La lectura fácil se refiere a la presentación del texto en un formato accesible y fácil de entender. Suele ser útil para las personas con discapacidad de aprendizaje, y también puede ser beneficioso para las personas con otras condiciones que afectan a la forma en que procesan la información.
Hay diferentes formas de facilitar la información en lectura fácil, pero existe un protocolo de actuación con las siguientes reglas:
- El texto debe desglosarse en frases cortas.
- Las imágenes deben seleccionarse para representar cada frase del texto cuando sea posible.
- El lenguaje debe simplificarse siempre que sea posible, y deben explicarse las palabras o términos complicados que sean necesarios.
- El texto debe estar en un tamaño de letra grande, mínimo 14pt.
- El texto debe presentarse en páginas A4 cuando sea posible, ya que las páginas A5 o más pequeñas no son tan accesibles para lectura fácil.
- El texto debe estar siempre alineado en el lado derecho de la página, y las imágenes deben estar alineadas en el lado izquierdo de la página.
- Evite las fuentes de fantasía y las cursivas.
- Los elementos de diseño deben reducirse al mínimo para evitar que se desvíen de la información.
Contenidos más cortos
Los contenidos de lectura fácil suelen ser mucho más largos que los materiales de lectura no fácil, debido a la forma en que están planteados. Por esta razón, si se está creando un informe en un formato de lectura fácil, puede ser beneficioso acortar el texto resumiéndolo, manteniendo sólo los elementos claves que la gente necesita saber. Esto ayuda a evitar la producción de un documento inmanejable.
Los contenidos de lectura fácil son cada vez más comunes, y su valor para proporcionar información a las personas con discapacidades de aprendizaje es ampliamente aceptado. Sin embargo, algunas personas pueden seguir necesitando apoyo para comprender la información de fácil lectura; no debe darse por sentado que algo en un formato de lectura fácil será comprendido.
Aprobado por los propios usuarios
Las imágenes para las informaciones en lectura fácil pueden proceder de diversas fuentes. Se dispone de bancos de imágenes, en los que las imágenes están disponibles por una cuota de suscripción o incluso gratuitas. Alternativamente, se puede encargar a un artista o diseñador la producción de imágenes a medida, o se puede hacer uso de una organización o entidad que proporcione este servicio.
Al crear contenido en lectura fácil, es aconsejable pedir a las personas que tienen dificultades de aprendizaje que le apoyen durante el proceso. Esto garantiza que la publicación resultante tendrá el mayor éxito posible en cuanto a su comprensión por parte del público destinatario.
Se requiere cierta habilidad para crear un texto eficaz de lectura fácil, por lo que es vital que los materiales se prueben antes de que se consideren terminados.