La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) celebró el pasado14 de junio, Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, una mesa redonda protagonizada por cuatro personas sordas: Miguel Ángel Carregado (Galicia); Delfina Aliaga (Cataluña); Laura López (Comunidad de Madrid); y Natalia Zapardiel (Castilla La Mancha). El acto estuvo moderado por Marta Muñoz, consejera de la CNSE.
Con el título ‘Y tú, ¿por qué signas?’ los participantes analizaron el valor de las lenguas de signos en su desarrollo personal y profesional. Además, plantearon la necesidad de que esta lengua sea considerada desde la perspectiva de los derechos lingüísticos y no solo como una herramienta de accesibilidad.
En esta línea se manifestó Delfina Aliaga, profesora de lengua de signos catalana en la Universidad Pompeu Fabra, al señalar que el reconocimiento legal de las lenguas de signos a nivel estatal a través de la ley 27/2007, y de la lengua de signos catalana a través de la ley 17/2010 del Parlament, han contribuido a que las lenguas de signos ganen en estatus y en visibilidad.
En este sentido, Aliaga apoya la incorporación de las lenguas de signos en la Constitución Española. Una cuestión la de equiparar la lengua de signos española y la lengua de signos catalana al resto de lenguas del Estado, que la consejera de la CNSE, Marta Muñoz, considera prioritaria: “Todas las lenguas que hay en España se encuentran recogidas en el artículo 3 de la Constitución, mientras que las lenguas de signos no”.
Muñoz recordó que ya son 12 los países que incluyen menciones expresas a estas lenguas en sus Constituciones: “La incorporación de las lenguas de signos en la Carta Magna nos permitiría avanzar en la protección y promoción de lenguas que son tan necesarias como las demás”.
Apoyo a los especialistas en lengua de signos
Otro de los protagonistas de la mesa redonda, fue Miguel Ángel Carregado, especialista en lengua de signos española y artista sordo que apuntó que la fortaleza de la lengua de signos depende, en gran medida, del uso que se hace de ellas. “El respeto por la lengua de signos es, a su vez, respeto por las personas sordas”.
Carregado criticó que se plantee la enseñanza de la lengua de signos como un negocio, algo que en su opinión podría evitarse si las Administraciones concedieran a los profesionales sordos especialistas en lengua de signos el reconocimiento que se merecen. “La apropiación cultural y lingüística de la lengua de signos es una amenaza ante la que debemos estar vigilantes”.
De la importancia que tienen las y los docentes sordos, dio cuenta durante su intervención Laura López, para la que contar con un referente sordo adulto competente en lengua de signos durante las clases, fue una ventaja. “Quería ser como ella”, recuerda la madrileña, que confesó que se decidió a estudiar Educación Infantil para poder enseñar a otras niñas y niños sordos. De hecho, López cuenta con sus propios canales en Instagram y en Facebook dirigidos a la infancia sorda y sus familias. “Aprende con Lauu pretende dotarles de estrategias y recursos para aprender y compartir la lengua de signos de una manera amena y divertida”.
El caso de Natalia Zaro
Una oportunidad la de acceder a una educación bilingüe con la que no contó la joven sorda Natalia Zaro que lamentó que la mayoría de estos recursos se concentren en las grandes ciudades. Y es que aun siendo la lengua de signos su lengua natural, en su colegio nunca pudo utilizarla: “Las personas sordas tenemos derecho a aprender en y con la lengua de signos con independencia de nuestro lugar de residencia.”
Para esta castellanomanchega, que compagina su trabajo como profesora de lengua de signos con una prolífica actividad artística en las redes sociales, es todo un orgullo pertenecer a la comunidad sorda: “Compartimos una lengua, una cultura y una identidad propias, dignas de ser reconocidas como patrimonio cultural inmaterial”.
Por último, a la pregunta ‘y tú, ¿por qué signas?’ que la consejera de la CNSE lanzó a los participantes antes de finalizar, la respuesta fue unánime: “La lengua de signos nos da seguridad vital”.
Para la celebración de esta mesa redonda, la CNSE ha contado con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de la asignación tributaria del IRPF, y de la Fundación ONCE.