El pasado 23 de junio, numerosas personas se concentraron frente al Congreso de los Diputados, en la Plaza de las Cortes, con la intención de trasladar un único mensaje: «Celaá, escucha a la especial».
Ni las altas temperaturas, ni que la ministra no se encontrase allí, pudo frenar a la multitud que intentaba ser escuchada ante la puerta del Congreso para protestar ante el cierre de los centros de educación especial de la «ley Celaá».
Tal y como informa ABC, muchos de los padres congregados en el lugar aprovecharon el momento para explicar sus situaciones a dicho medio. «La educación especial sabe lo que los niños necesitan y es la que permite que puedan reinsertarse», comentaba Fernando, padre de una niña con Síndrome de Down.
Sandra, madre de Alejandro y Héctor, ambos con una minusvalía del 68 y 50 por ciento, respectivamente, comentaba también la complicada situación vivida por sus hijos en colegios ordinarios. «Desde los 3 hasta los 12 años que permaneció en un colegio ordinario no aprendió en todo ese tiempo ni a leer ni a sumar y ahora lo hace todo», relataba la mujer, apuntillando que «los profesores no estaban preparados».
La experiencia de Roberto en los colegios ordinarios
Otra mala experiencia de parte de la educación ordinaria la recibió Roberto Chinchilla, hoy convertido en una estrella de la exitosa película Campeones.
«Estuvo en el colegio Tierno Galván de Alcobendas y fue un año perdido. Intentaba enseñarle cosas en casa, aprendía y cuando levantaba la mano en clase no le hacían caso. Al final, lo terminaron poniendo en la última fila; lo tenían apartado hasta en los recreos», cuenta Lola, su madre.
Pese a ello, «todo cambió cuando lo llevé al centro de educación especial Los Álamos». Chinchilla, se encontraba en la manifestación, ya que era el encargado de leer el manifiesto. «Hay que defender los centros como sea para que no cierren en ningún sitio de España, la nueva ley debe ser modificada», declaraba Roberto entre la multitud reunida para protestar por la «ley Celáa».