A Nicolás Stupenengo le cambió la vida hace 14 años. Cuando llevaba una vida normal, algo falló. Algo había cambiado y no iba a volver nunca más. Nicolás no quería pensar en ello. Una lesión medular lo dejó con cuadriplejia. Un mal día que cambiaría el resto de su vida.
Desde entonces, como Nicolas Stupenengo asegura, que solo tenía un objetivo: una continúa lucha por su autonomía. «Durante toda mi rehabilitación tenía un solo objetivo en mente: que un día cuando alguien le preguntara a mi vieja por mí, dónde estaba yo o qué estaba haciendo, ella simplemente pudiera contestar: ‘No tengo idea, llámalo.'».
Él quería volver a ser el dueño de su vida. Ser dependiente. Que su vida volviera a ser igual que la de antes, aunque ahora con su lesión medular. Cineasta y cronista de viajes, Nicolás Stupenengo tenía un objetivo que cumplir y no iba a parar de luchar hasta conseguirlo.
«Quería recuperar mi autonomía, mi independencia, mi soledad, y que ella -en referencia a su madre- también recuperara la suya. Que supiera que no iba a hacer falta que esté siempre al lado mío o pendiente de mi, que yo puedo solo. Cuando recuerdo el primer día que eso pudo ser, aún me emociono».
El espíritu de lucha de Nicolás no se frenó en ningún momento. Y tras duras batalla, consiguió lo que quería, recuperar su autonomía. Un joven que vio como su vida cambió pero en ningún momento tiró la toalla.