Más de 150 especias de animales se dan cita en el Zoo Koki, un parque zoológico y botánico, ya que cuenta con más de 300 especies de plantas, que se sitúa en el el término municipal de Val de Santo Domingo (Toledo) y que destaca por ser un zoo «con alma» e inclusivo para las personas con discapacidad.
Gestionado por la Fundación Zoo Koki, este proyecto, que abrió oficialmente sus puertas en junio de 2018, es un legado a la conservación de especies en cautividad. Se define como inclusivo ya que, como recoge Europa Press, «miles de personas con discapacidad han pasado por sus instalaciones para que puedan sentir la naturaleza de cerca y se enriquezcan sensorialmente».
Zoo Koki: «Una pequeña colección de animales»
Iñaki Hernández, conservador de la Fundación Zoo Koki e hijo de uno de los impulsores de esta aventura, ha señalado que este zoológico «era un lugar cerrado donde estos tres hermanos tenían una pequeña colección de diferentes tipos de animales».
Según ha comentado, los animales llegan al zoo principalmente por distintas vías, dejando claro que «todas ellas son externas al comercio con animales». La vía principal es el intercambio dentro de la red de zoos de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). A través de ellos «intercambiamos diferentes ejemplares dentro de los programas de conservación ‘exsitu’, que se gestionan dentro de la EAZA». «Esto viene a ser aproximadamente un 70-80% de los animales que tenemos dentro de la fundación», ha estimado.
También hay otro porcentaje de animales que procede del rescate de fauna, ejemplares que por ejemplo han sido disparados, que se han chocado, o se han visto afectados por un incendio o una tormenta. «Nosotros somos un apoyo para las entidades de los centros de rescate, entran aquí, se recuperan y se pueden volver a liberar, pero en el caso de aquellos animales que no se pueden volver a liberar, pues se quedan bajo cuidado humano aquí o en otros centros».
La obra social a favor de la discapacidad
Su obra social es otro de los pilares en los que se trabaja desde la Fundación. «Actualmente trabajamos muy enfocados en personas con discapacidad y especialmente en niños con autismo«, ha comentado Hernández.
De hecho, asegura que el año pasado pasaron por la Fundación unas 3.500 personas con diferentes grados de discapacidad y estuvieron haciendo diferentes actividades, talleres o animaterapia «para pasar un día diferente a la rutina que tienen en sus centros de estudios, en sus centros de día o incluso con sus familias».
Además, destaca que los animales que más llaman la atención a la gente que visita el Zoo Koki son los jaguares y las suricatas, pero realmente las «estrellas absolutas» son «las cabritas». Volviendo al jaguar, calificado como una «especie casi amenazada», en Zoo Koki hay tres ejemplares, dos machos y una hembra.