Los jóvenes con discapacidad y su sueño por futuro profesional igualitario

Fundación Adecco presenta un informe sobre empleo y discapacidad bajo el nombre de 'Jóvenes con Discapacidad, motor de futuro'

Joven con discapacidad trabajando recogiendo tomates en un huerto

‘Jóvenes con Discapacidad, motor de futuro’ es el informe que Fundación Adecco lanza donde se centra en la importancia del empleo en las personas jóvenes con discapacidad. Esta es la séptima vez que la fundación saca este informe, coincidiendo con que el próximo 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud. Fundación Adecco defiende la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad, así como del resto de colectivos vulnerables.

En el caso de las personas con discapacidad, el hecho de trabajar tiene una gran importancia, ya que muchas piensan que es su «propósito vital». Desde Fundación Adecco han señalado que este trabajo basa sus conclusiones en una encuesta a 200 personas con discapacidad menores de 30 años. Todo ello apoyado con los datos del Servicio Público de Empleo Estatal y otras fuentes de referencia como Odismet.

40 años de la ley LISMI

Este año se cumplen cuatro décadas desde que se aprobó una ley a favor de las personas con discapacidad. Dicha legislación exige a las empresas de más de 50 trabajadores incorporar a un porcentaje de profesionales con discapacidad no inferior al 2%. En un principio, esta ley (LISMI, hoy Ley General de los Derechos de las personas con discapacidad y su inclusión social) constituía un imperativo legal.

Es decir, una normativa que las compañías debían cumplir para no ser sancionadas. Así, la contratación de personas con discapacidad se asociaba a una respuesta legal y, en el mejor de los casos, a caridad o filantropía empresarial.

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Con el tiempo, gracias a la suma de experiencias positivas y a la mayor visibilidad de la discapacidad en la sociedad, se ha ido dejando atrás la visión meramente jurídica y/o filantrópica en pro de una perspectiva más integral que va calando tanto en las empresas como en las propias personas con discapacidad. Para las primeras, la incorporación de personas con discapacidad a las empresas se alza como una oportunidad de crecimiento organizacional que impacta en variables como la reputación, el clima laboral y, en definitiva, la competitividad. Para las segundas, deja de ser un anhelo inalcanzable o reservado a unos pocos para convertirse en un derecho fundamental y en el vehículo por excelencia para normalizar su vida y alcanzar sus metas personales.

El 77% de los jóvenes con discapacidad aspira a trabajar en el mercado abierto

Esta pulsión late sobre todo entre las nuevas generaciones, como se desprende de los resultados de la presente encuesta. Así, más de tres cuartas partes de las personas encuestadas (77%) aspira a trabajar en el mercado abierto. Es decir, en empresas ordinarias (entornos no protegidos) en las que convivan con personas con y sin discapacidad, y donde puedan demostrar su talento y capacidades.

Frente a ellas, un 23% prefiere la opción de empleo protegido en Centros Especiales de Empleo, en los que 7 de cada 10 trabajadores tiene algún tipo de discapacidad.

Por tipos de discapacidad, se observa que aquellas personas con discapacidad física son las que más inclinación tienen hacia la empresa ordinaria (91%). Le siguen los profesionales con discapacidad sensorial (86%), mental (85%) e intelectual (54%). Sea como fuere, en todos los casos la opción de empresa ordinaria es escogida por más de la mitad de los encuestados.

La discapacidad no es un estigma para aportar su talento en el mercado laboral

En otras palabras: la mayoría de los jóvenes con discapacidad quiere formar parte de la sociedad. Pero sin que la discapacidad sea un estigma para aportar su talento en el mercado laboral. Tampoco quiere que existan distinciones ni diferencias con respecto al resto de las personas de su generación. De hecho, no solo aspiran a trabajar como cualquier joven de su edad, sino que tienen claras cuáles son sus aspiraciones profesionales.

Así, más de la mitad se decanta por un empleo en el sector servicios (56%). En este caso, son las posiciones relacionadas con la atención al cliente las más deseadas, seguidas de las vinculadas a la seguridad, oficinas y despachos y limpieza. En segundo lugar, un 19% prefiere trabajar en el sector industrial y/o logístico, en perfiles vinculados al e-commerce (operarios, repartidores, preparadores de pedidos, etc). Por su parte, un 10% en la hostelería o un 6% se inclina por la rama artística (youtuber, cantante, actor, diseñador…). Finalmente, un 9% opta por otro tipo de empleos en diversas áreas (enseñanza, tecnología, sanidad, etc).

De todo ello se infiere que los jóvenes con discapacidad desean impulsar un cambio cultural que les diferencia de las generaciones antecesoras. Hace tan solo dos o tres décadas el entorno no invitaba a que las personas con discapacidad trabajaran, promoviendo su inactividad y/o dependencia o, en el mejor de los casos, su ocupación al margen del resto de la sociedad.

Esto está cambiando y se evidencia en el sentir mayoritario de las nuevas generaciones con discapacidad, más empoderadas, que quieren labrarse un futuro profesional igualitario que les permita iniciar un proyecto de vida independiente y donde lo verdaderamente importante sean sus valores, capacidades y competencias.

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