¿Mereció la pena exponerme y luchar tan intensamente por mis pacientes y por la justicia?, se pregunta el médico que ha llevado a toda una administración pública en cuanto a la sanidad a estar siempre en alerta.
El pasado 25 de agosto, Spiriman anunció a través de su perfil de Facebook que sufre un cáncer «muy agresivo» que además se encuentra extendido por «distintas partes» de su cuerpo. Finalmente en otro comunicado, el doctor confirmaba que dicho cáncer era de pulmón con metástasis en diversas partes de su cuerpo que hace que tenga que luchar y mostrar una gran actitud para hacer frente a él.
Y es que el tema de la «actitud» le ha traído «dolores de cabeza» a Spiriman, ya que ha sufrido un tremendo «linchamiento popular y político» después de asegurar que: «El que se quiere CURAR de cáncer se cura y el que no se MUERE», añadiendo que la actitud es parte de la cura. Unas palabras que han derivado el cierre de la cuenta de twitter del doctor y mostrando signos de «agotamiento» ante una «sociedad conformista con el sistema sanitario público» y aquello que no comparten de él, como este mensaje.
Jesús Candel publicaba la importancia de la actitud para hacer frente al cáncer, algo que según el doctor, está demostrado. Nadie lo duda, al menos en cuanto a la calidad de vida que pueda tener ese paciente, pero sus seguidores vieron una «falta de respeto» a quienes han luchado con actitud y no han podido llegar al tan ansiado final, la cura.
Independientemente de si la actitud es o no un factor clave para «seguir viviendo», es claro que el médico de urgencias del hospital de Granada, está pasando por unos días difíciles, con una metástasis que se ha reducido en un 33% como afirma en su último vídeo y con ganas de seguir luchando por este «maldito cáncer», ha querido apartarse de las redes y estar con su familia y los suyos, comentaba el doctor.
Aún así, Spiriman dejaba una última publicación dirigiéndose a sus seguidores, aquellos que desde el principio, allá por el 2016, se unieron a su lucha para defender la sanidad y que no han cesado apoyándole en cada momento o denuncia sobre cualquier mala gestión sobre lo que más cree, la sanidad pública.
¿Mereció la pena todo esto?
Se despide con un mensaje claro, «yo no me quejo». Actúo y lucho contra lo injusto de forma activa, y por la vida! Y diciendo claramente en cada momento lo que pienso y siento. ¡Yeah!