¿Quieres cambiar de casa? Debes saber que existe un modo de intercambiar tu vivienda por otra y de este modo, ahorrarte todo el trámite que conlleva la venta, primero, de tu casa, y la compra, después, del inmueble al que quieres acceder. Es lo que el Código Civil denomina como permuta de viviendas y es una opción que se está poniendo cada vez más de moda debido al gran número de ventajas con el que cuenta, como por ejemplo, no tener que desembolsar una cantidad grande de dinero para estrenar hogar.
El trueque fue el primer sistema de pago conocido por la humanidad. Ofrecer algo que tenemos a cambio de algo que nos interesa. Un sistema pasado que en muchos casos, se sigue utilizando. No siempre de forma formal, pues el dinero ha sustituido en esencia este sistema, pero sí en algunos casos, como el de la permuta, de un modo legal. De hecho, el intercambio puede darse de varios modos, es decir, puede ser un cambio de casa por casa, casa por piso, piso por casa, etc.
Permuta de vivienda: Una opción para cambiar de casa sin compran ni vender
El Código Civil contempla la permuta de vivienda y así lo recoge en su artículo 1538. Y es que se trata de un tipo de contrato en el que ambas partes se obligan a dar un bien para recibir otro. En este caso, el intercambio se llevaría a cabo entre inmuebles, lo que significa que solo se pueden intercambiar propiedades pero no dinero. Lo habitual es este caso, es que los intercambios se hagan entre bienes que tengan un valor muy similar.
Pero, ¿Qué ocurre si la vivienda que se quiere permutar es menos valiosa que la otra? En este caso, la ley permite hacer un contrato mixto, esto es, que por un lado se incluya la permuta de los inmuebles, y del otro, se establezca una compensación económica en forma de compraventa.
Otro dato que es importante señalar, es que el contrato de permuta se realiza para que el intercambio sea definitivo. Es decir, una vez se firma la permuta, la propiedad de una y otra vivienda cambian de lado, por tanto, no existe una duración para la permuta, puesto que esta es permanente. Bien es cierto, que en caso de querer volver a cambiar la vivienda, existe la opción de que se pacte una nueva permuta que establezca devolver la situación al estado original, es decir, volver a cambiar los inmuebles.
Así se llevan a cabo las permutas de inmuebles
En cuanto a la parte de la gestión, la permuta de una vivienda conlleva un proceso muy similar al de la compraventa. Tanto es así, que el propio Código Civil establece que se acuda a la normativa relacionada con la venta en «todo lo que no se halle especialmente determinado» en lo que a permuta se define.
En base a lo anterior, los pasos para llevar a cabo una permuta de viviendas, según establecen desde el portal especializado de Idealista, son:
- El primer paso consiste en tasar ambas viviendas para conocer su valor. De esta forma, podrá determinarse si existe una diferencia de precio que aconseje realizar un contrato mixto, que incluya la compraventa.
- También es necesario informarse acerca de posibles cargas de ambos inmuebles, incluyendo deudas con la comunidad de propietarios o facturas de IBI pendientes de pago (que podrían no aparecer en la información registral). Todos estos factores resultan clave para determinar el valor de cada inmueble, ya que, en caso de existir deudas o cargas, estas deberán restarse al valor de tasación.
- El siguiente paso consiste en formalizar la operación a través de una escritura ante notario, mediante la que se realizará la transmisión de propiedades de una parte hacia la otra.