El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha abogado por la integración ética y responsable de la Inteligencia Artificial en el ámbito del empleo de las personas con discapacidad, de manera que se protejan todos sus derechos y se blinde su acceso al mercado de trabajo.
Así lo ha puesto de manifiesto la entidad durante la presentación en un acto virtual de la obra ‘Por una gobernanza inclusiva de la inteligencia artificial en las empresas y organizaciones para un mejor y mayor empleo de las personas con discapacidad’. Tal y como ha indicado el delegado de Derechos Humanos y para la Convención del CERMI Estatal, Gregorio Saravia, el estudio, del que ha destacado su calidad, analiza los beneficios y posibles riesgos de esta tecnología emergente en relación con el sector laboral de la discapacidad.
Fomentar el empleo de las personas con discapacidad
El evento ha contado con la participación de la directora general de Economía Social y Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Trabajo y Economía Social, Aicha Belassir Khayati, que se ha referido a la Estrategia Española de la Economía Social 2023-2027, cuya culminación “es fruto de la participación de todos los agentes en la economía social”. Así, ha explicado que este plan incorpora medidas para fomentar el empleo de las personas con discapacidad, como la reserva de contratos y la incorporación de cláusulas sociales. Además, ha instado a “reforzar iniciativas de fomento para el empleo de las personas con discapacidad a través de recursos técnicos y financieros”.
Por su parte, la directora ejecutiva del CERMI Estatal, Pilar Villarino, ha asegurado que la inteligencia artificial “debe ser la necesaria aliada de la inclusión”, por lo que “nunca debe menoscabar la dignidad de las personas con discapacidad ni sus derechos”. Además, ha explicado que desde CERMI han elaborado una metodología destinada a auditar los algoritmos desde la perspectiva de los Derechos Humanos, “sobre todo en algoritmos de claro impacto social como son las que se aplican en el empleo”.
En la presentación también ha participado la directora gerente de FEACEM, Josefa Torres, que ha asegurado que, en este momento “totalmente disruptivo” propiciado por los desarrollos tecnológicos y en el que la Inteligencia Artificial “está transformando el mundo laboral”, se hace necesario aprovechar todo su potencial. En este sentido, ha mencionado su capacidad para generar entornos de trabajo más accesibles, para proporcionar asistencia y tecnología de apoyo para las personas con discapacidad y para facilitar la comunicación.
«Tenemos que garantizar que la IA se desarrolle y se aplique de una manera ética y que tenga en cuenta las necesidades específicas de las personas con discapacidad para intentar maximizar esos beneficios y ese potencial de empleo que tiene», ha reivindicado Torres, para quien también es clave la formación.
En los mismos términos se ha expresado el autor del libro e investigador posdoctoral del Programa CONEX-Plus de la Universidad Carlos III de Madrid, Francisco Bariffi, que ha explicado que su trabajo se basa en un mapeo «exhaustivo» de toda la legislación relativa tanto al empleo de las personas con discapacidad como a la tecnología y la digitalización.
La Inteligencia Artificial en el empleo inclusivo de las personas con discapacidad
Bariffi ha aludido a los principales riesgos de la IA para el empleo inclusivo de las personas con discapacidad, entre los que se encuentran la automatización de tareas, «que va a generar pérdida de empleo masivo», la discriminación algorítmica siguiendo criterios de género, raza o discapacidad; y la falta de protección de la privacidad y la identidad.
Sin embargo, ha recordado que el estudio también se centra en las oportunidades que ofrece esta herramienta emergente, como su uso para derribar las barreras en la comunicación, para favorecer la accesibilidad y ajustes en el empleo, para la provisión de apoyos y asistencia personal y para la formación y desarrollo de habilidades.
Por último, Bariffi se ha referido a las recomendación y principales líneas de actuación propuestas para abordar estos retos y oportunidades: fomentar la gobernanza y participación del tercer sector; desarrollar un plan de acción inmediato que permita mitigar los efectos de la automatización; mejorar la regulación relacionada con la discriminación laboral digital; investigar el impacto de las tecnologías biométricas en la privacidad; desarrollar sistemas que promuevan la comunicación y emplear esta tecnología para detectar y generar estándares de accesibilidad universal y ajustes razonables para el empleo.