Este caso de incapacidad permanente pone de manifiesto el complejo proceso que deben superar muchas personas para obtener el grado de incapacidad permanente que realmente les corresponde, en función de su situación.
Así, esta trabajadora obtuvo tres resoluciones diferentes. Por un lado, el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) consideró que no cumplía las condiciones para obtener una incapacidad permanente de ningún tipo. Después, el Juzgado de lo Social le concedió una incapacidad permanente total; y finalmente, el Tribunal Superior de Justicia le ha reconocido una incapacidad permanente absoluta.
Tres resoluciones diferentes hasta llegar a la incapacidad permanente absoluta
Esta trabajadora ejercía su profesión habitual como ingeniera de sistemas informáticos. Sin embargo, presentó la solicitud de una incapacidad permanente tras un periodo de incapacidad temporal y después de presentar el siguiente cuadro clínico.
- Migraña y cefalea diaria.
- Los informes médicos constatan que la trabajadora sufre entre 3 y 4 crisis semanales.
A pesar de las pruebas médicas presentadas, el Instituto Nacional de la Seguridad Social le denegó el reconocimiento de una incapacidad permanente, ya que consideraron que las limitaciones no anulaban la capacidad laboral.
Debido a esta situación, la trabajadora decidió llevar su caso a la vía judicial contando con la representación de los abogados de ‘Fidelitis’, expertos en incapacidad laboral.
Una vez celebrado el juicio, el Juzgado de lo Social Nº17 de Madrid estimó la demanda y le reconoció a la trabajadora el reconocimiento de una incapacidad permanente total, con una cuantía equivalente al 55% de su base reguladora.
A pesar de ello, los profesionales de ‘Fidelitis’ y la trabajadora afectada no se mostraron satisfechos con la sentencia. Por ello, decidieron presentar un recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid. En este sentido, consideraban que a la trabajadora le correspondía una incapacidad permanente absoluta en base a su situación.
El TSJ le concedió la incapacidad permanente absoluta para toda profesión
Analizado el caso, el magistrado recoge lo siguiente en la sentencia judicial a la que ha tenido acceso ‘Tododisca’: «No sólo debe ser reconocido este grado de incapacidad (absoluta) al trabajador que carezca de toda posibilidad física para realizar cualquier quehacer laboral, sino también a aquél que, aun con aptitudes para algunas actividades, no tenga facultades reales para consumar, con cierta eficacia, las tareas que componen una cualquiera de las variadas ocupaciones que ofrece el ámbito laboral».
Este aspecto es clave para reconocer la incapacidad permanente absoluta a esta trabajadora, tal y como informan los profesionales de ‘Fidelitis’ a ‘Tododisca’. Hay que recordar que esta trabajadora presenta migraña y cefalea diaria con entre 3 y 4 crisis semanales.
Por todo ello, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid revocó la sentencia del Juzgado de lo Social y le concedió una incapacidad permanente absoluta a esta trabajadora, cuya profesión habitual es la de ingeniera de sistemas informáticos. Esta sentencia se emitió el pasado 6 de noviembre de 2024.
En concreto, se reconoce a la trabajadora una pensión de incapacidad permanente absoluta con una cuantía equivalente al 100% de su base reguladora de 3.194,46 euros, con efectos desde el 20 de octubre de 2022. Además, la Seguridad Social deberá aplicar las revalorizaciones legales correspondientes en la cuantía de la pensión.
Tal y como hemos señalado al principio, se trata de un caso muy particular, ya que tanto INSS, como el Juzgado de lo Social y el Tribunal Superior de Justicia ofrecieron una resolución diferente. En cualquier caso, prevalece la resolución dictada por el Tribunal Superior de Justicia como órgano superior.