El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha concedido el reconocimiento de una incapacidad permanente absoluta a una mujer de 48 años que trabajaba como diseñadora gráfica. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le denegó la incapacidad permanente, a pesar de acreditar que la solicitante presentaba hasta cuatro patologías diferentes.
Se trata de un nuevo caso que pone de manifiesto el complejo procedimiento que tienen que seguir muchos trabajadores en España para conseguir el reconocimiento de una incapacidad permanente.
Incapacidad permanente denegada por el INSS
Esta mujer solicitó el reconocimiento de una incapacidad permanente ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social en el año 2022. Sin embargo, la resolución del INSS, con fecha de 22 de junio de 2022, denegó la solicitud al considerar que las lesiones que padecía la mujer no eran susceptibles de determinación objetivas o previsiblemente definitivas.
En concreto, este es el cuadro clínico que presentó la mujer ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social para solicitar el reconocimiento de la incapacidad permanente total o absoluta:
- Trastorno de personalidad límite.
- Migraña con aura sensitiva, visual y del lenguaje episódica de moderada frecuencia.
- Cervicalgia.
- Lumbalgia crónica.
Además de acreditar estas patologías, la solicitante también presentó un informe de Psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Cristina. Igualmente, se recogen varios informes de varias fechas en las que la mujer acudió al hospital por ingesta de medicamentos e intento autolítico.
Tras la denegación inicial de la pensión de incapacidad permanente, la afectada presentó una Reclamación Previa ante el INSS. Una Reclamación que también fue desestimada por parte de la Seguridad Social el 26 de octubre de 2022.
La Justicia le reconoce una incapacidad permanente absoluta
Debido a esta situación, la afectada contactó con los abogados de ‘Fidelitis’, especialistas en incapacidad laboral, para abordar el caso y analizar las posibilidades de éxito al acudir a la vía judicial.
Contando con la representación de ‘Fidelitis’, se inició un procedimiento judicial previa demanda contra el INSS, solicitando para la demandante la declaración de una incapacidad permanente total o incapacidad permanente absoluta.
Sin embargo, el 30 de noviembre de 2023, el Juzgado de lo Social Número 3 de Toledo desestimó la demanda y dio la razón al Instituto Nacional de la Seguridad Social. Un nuevo varapalo para esta trabajadora, que no se encontraba en condiciones para desarrollar una actividad laboral.
Ante esta situación, la afectada, representada por ‘Fidelitis’, elevó un recurso de suplicación frente al Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Finalmente, este Tribunal ha dado la razón a la trabajadora y le ha reconocido una incapacidad permanente absoluta, revocando la resolución adoptada por el Juzgado de lo Social Número 3 de Toledo.
Tal y como han informado desde ‘Fidelitis’ a ‘Tododisca’, esta mujer ha obtenido el reconocimiento de una incapacidad permanente absoluta con una base reguladora de 1.086,43 euros al mes, con efectos desde el 3 de junio de 2022. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha se ha emitido el pasado 21 de febrero de 2025.
En concreto, la resolución judicial establece lo siguiente: «Contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social no 4 de Toledo, de fecha 30 de noviembre de 2023, en Autos no 668/2022, sobre prestación de Seguridad Social, siendo recurridos el INSS y la TGSS, debemos revocar la indicada resolución, declarando a la demandante en situación de Incapacidad Permanente Absoluta para todo trabajo o profesión, derivada de enfermedad común, con derecho a percibir una prestación mensual equivalente al 100% de su base reguladora, cifrada en 1.086,43 euros, con efectos desde el 3 de junio de 2022, con los incrementos y revalorizaciones que procedan, condenando a las Entidades demandadas a estar y pasar por dicha declaración y al abono de la indicada prestación».
Así, esta trabajadora ha necesitado un proceso de casi tres años para obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente. Finalmente, con insistencia y el trabajo de sus abogados ha conseguido obtener la pensión que realmente merecía en base a su situación.