Estamos nuevamente de enhorabuena en la natación y es que Iñigo Llopis ha dominado la escena en los 100 espalda (clase S8) y ha conseguido llevarse la medalla de oro a casa. El favorito ha cumplido con las expectativas y es que Iñigo Llopis (San Sebastián, 1998) partía como uno de los grandes candidatos al oro en los 100 metros espalda S8. Y con razón.
Su tiempo de 1:05.58 le ha otorgado la medalla de oro, reflejando su determinación por escalar posiciones en el podio. En sus primeros Juegos, Río 2016, con tan solo 17 años, no logró acceder a las finales, pero en Tokio 2020 ya conquistó una medalla de plata en los 100 metros espalda y alcanzó la cuarta posición en los relevos de 4×100 metros estilos.
Iñigo Llopis, un nadador de oro
El salto definitivo de Iñigo Llopis ha llegado ahora con el oro, el mismo color de la medalla que consiguió en los Mundiales de natación de Mánchester 2023 y en el Campeonato de Europa de Madeira 2024, en su prueba más destacada. No para de ganar. Iñigo Llopis se ha propuesto que su apellido deje de ser asociado a portería y guantes, para serlo con piscina y medallas. Es hijo de Luis Llopis, el actual entrenador de porteros del Real Madrid, quien no ha podido estar presente en París debido al partido contra el Betis de este domingo.
Iñigo comenzó a practicar natación por recomendación médica cuando tenía 10 años, tras sufrir una lesión en el fémur jugando al fútbol, pero rápidamente se sintió atraído por este deporte. Nació con una malformación en el brazo y la pierna, lo que lo llevó a someterse a quince intervenciones quirúrgicas. A pesar de ello, exploró otros deportes como el balonmano, el baloncesto y el fútbol, donde jugaba de portero, como era de esperar, pero finalmente se quedó con la natación. Es más, uno de sus mayores tesoros es un colgante en forma de tabla de surf, regalo de Keylor Navas, que siempre lleva consigo como amuleto de buena suerte.
Una lesión grave estuvo lo mantuvo fuera de la competición
Una grave lesión estuvo a punto de costarle la pierna derecha y lo mantuvo fuera de competición durante casi dos años. Sin embargo, no se rindió y fue recompensado con la medalla de plata en Tokio. Sus hazañas llegaron a los oídos de John Cena, la estrella de la WWE y actor de la saga ‘Fast and Furious’, quien le dedicó unas palabras.
«¡Felicidades por nunca rendirte!«. Además de ser nadador, Iñigo estudia Integración Social y está obteniendo el título de entrenador. Es aficionado del Athletic y una fuente de inspiración para muchos jugadores del Real Madrid.