El acceso al empleo de las personas con discapacidad sigue siendo una asignatura pendiente en España. Así lo recoge el último estudio de Fundación Adecco, en el que se ha recogido todo lo relacionado con empleo y personas con discapacidad. A pesar de este aspecto negativo comentado, la tendencia de los últimos años en cuanto a la contratación es positiva, ya que va en aumento. En este sentido, os expertos han elaborado un listado con elementos que sirven para acelerar y frenar la contratación de personas con discapacidad en las empresas y lograr la inclusión de este sector.
A pesar de no lograr esa inclusión de las personas con discapacidad, que sigue siendo algo a mejorar por las empresas en España, debemos destacar que en el trabajo realizado por Adecco se recogen datos positivos. En el primer trimestre de 2023 se ha observado un crecimiento en la proporción de contratos en el régimen ordinario en empresas.
Dentro de las cosas que ayudan para acelerar la contratación encontramos el actual marco legislativo o el uso de la tecnología, que son positivas para el colectivo con discapacidad. Con respecto a los inconvenientes, a continuación vamos a destacar algunos de ellos.
Frenos a la contratación de personas con discapacidad
En la actualidad existen algunos frenos que dificultan la contratación de las personas con discapacidad en las empresas. Según una encuesta realizada por Fundación Adecco a 120 empresas en el marco del 40 aniversario de la Ley general de la discapacidad (LISMI), el 83,8% encuentra dificultades para incorporar personas con discapacidad a la compañía.
El reclutamiento se alza como la principal barrera, para un 75% de las empresas, que declara no encontrar profesionales con discapacidad con un perfil que se adapte a sus vacantes. Hay que tener en cuenta que 8 de cada 10 compañías en España encuentra dificultades para cubrir sus posiciones, debido esencialmente a la desconexión entre el sistema educativo y el modelo empresarial.
Esta es una realidad que se agudiza en el caso de los profesionales con discapacidad, a tenor de su nivel formativo inferior al general. Y es que el porcentaje de personas con discapacidad sin estudios (5,8%) continúa siendo muy superior al del resto de la población (0,5%). A esto hay que sumarle que las personas con discapacidad con estudios superiores apenas representan el 15%, frente al 33,2% de media en España.
Algunas barreras a la hora de contratar a personas con discapacidad
En segundo lugar, un 14,7% considera que la gran barrera estriba en el tipo de trabajo realizado en la compañía, expuesto a importantes riesgos que, consideran, son incompatibles con la discapacidad. A este respecto, Mesonero explica que «si el trabajo es duro y peligroso lo es para todas las personas, no solo para aquellas con discapacidad. La solución estriba en acometer las medidas de prevención necesarias para que ningún trabajador resulte accidentado”.
Por otra parte, un 13% teme que las personas con discapacidad se ausenten más de su puesto de trabajo. Se trata de una creencia muy extendida que, en realidad, no está respaldada por ninguna evidencia. De hecho, según el IV Informe Adecco Absentismo, la discapacidad no es un factor que intensifique el absentismo laboral. Muy al contrario, la incidencia de este es inferior a la media, siendo las cifras de máxima prevalencia de un 10,4% entre la globalidad de los trabajadores y descendiendo al 6,3% entre aquellos con discapacidad.
Por detrás, un 8,8% cree que la cultura organizacional no está preparada para incorporar trabajadores con discapacidad, fundamentalmente porque no han tenido experiencias previas o si las han tenido, las valoran de forma negativa. «Existe una tendencia a crear un patrón ante una experiencia negativa con un trabajador con discapacidad. Sin embargo, no hay dos profesionales iguales y, por tanto, no se pueden extrapolar experiencias aisladas a la totalidad de trabajadores con discapacidad. Si creemos que existen reticencias en los equipos, la solución es apostar por acciones de sensibilización previas a la contratación», destaca Francisco Mesonero.
Adaptaciones y falta de accesibilidad, un problema más
Por su parte, un 5,9% considera la ausencia de accesibilidad como un problema. Y es que las instalaciones de la empresa y sus canales corporativos no están preparados para personas con discapacidad. Por ello es tan necesario subrayar que la accesibilidad universal (espacios físicos, páginas web y espacios virtuales), constituye una obligación legal que no va en detrimento de la calidad arquitectónica o la usabilidad de los canales de comunicación. De hecho, ocurre lo contrario. Y es que beneficia a todas las personas, no solo a aquellas con discapacidad.
A esto hay que sumarle el aumento del teletrabajo, que ha contribuido a que las personas con problemas de movilidad puedan desarrollar sus funciones sin necesidad de desplazarse.
También un 5,9% señala en el informe de Fundación Adecco que las personas con discapacidad necesitan adaptaciones al puesto de trabajo que son muy costosas. Esta creencia suele ser fruto del desconocimiento. Y es que la mayoría de los profesionales con discapacidad pueden desempeñar su puesto de trabajo con ajustes razonables que no tienen impacto económico. Estas pueden identificarse, y optimizarse, a través de un análisis previo de puestos y tareas.