Desde hace unos años, la espirulina se ha convertido en un suplemento imprescindible para los astronautas de la NASA. Su importante valor nutricional y su riqueza en clorofila, la han convertido en un «superalimento» reconocido por las Naciones Unidas (ONU) para combatir la anemia y la mala nutrición en países en situaciones de conflicto.
El elevado valor proteico y nutricional de la espirulina se ha convertido en el aliado perfecto para los astronautas, pues necesitan alimentos que les permitan mantener el tono muscular en el espacio. La espirulina, aparte de sus beneficios, tiene una vida útil muy larga y no requiere conservación refrigerada; por lo que es ideal para los astronautas que se van durante años al espacio.
Además, la clorofila que contiene esta alga tiene un alto valor biológico, vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, ácidos nucleicos, polisacáridos y un sin fin de antioxidantes. De esta manera la espirulina también contiene vitamina B12, pero su consumo no aumenta el nivel de esta vitamina en sangre, ya que no tiene el formato bioactivo que necesita el cuerpo para poder absorberla.
Pese a ello, lo que sí absorbe nuestro cuerpo de la espirulina son las proteínas, que son de fácil absorción y están compuestas entre el 65% y el 71% de su composición nutricional. Asimismo, cuenta con aminoácidos esenciales, por lo que la espirulina es un alimento muy a tener en cuenta. Algo que no ha pasado desapercibido por la NASA.
¿Por qué ha elegido la NASA a la espirulina?
La NASA, consciente de los grandes beneficios que guarda la espirulina, ha elegido esta alga para complementar la dieta de los astronautas que se van durante un largo tiempo al espacio. Esta cianobacteria aporta una serie de proteínas de gran calidad, así como otro tipo de aminoácidos esenciales. El valor biológico de una proteína se define por su contenido en aminoácidos esenciales y la espirulina todos y cada uno de los aminoácidos esenciales que necesita nuestro cuerpo.
La espirulina tiene grandes dosis de vitamina A, vitamina B y vitamina E, aportando componentes como el hierro; el calcio, el fósforo, el potasio, el sodio, el magnesio o el zinc, entre otros. Continuando con sus beneficios, la espirulina contiene una gran cantidad de proteínas, por lo que es ideal para aquellas personas que no pueden comer carne, o para personas con problemas cardiovasculares o de obesidad.
¿Es posible cultivar espirulina en Marte?
Otra de las curiosidades de la espirulina relacionadas con la NASA y el espacio; tiene que ver con su posible función como un alimento que podría cultivarse en marte.
La baja presión de la atmosfera de marte podría llegar a imposibilitar el cultivo al aire libre. En este sentido, los científicos de Bremen han fabricado un fotobiorreactor, un recipiente que mantiene un ambiente biológicamente activo utilizando una fuente de luz para cultivar microorganismos. Durante este experimento se cultivaron las cianobacterias Anabaena, una especie conocida por vivir en ambientes extremos.
Este fotobiorreactor, llamado Atmos, está formado por nueve recipientes de vidrio recubiertos con una tapa de acero inoxidable. Esta tapa cuenta con cinco orificios por los que entran y salen los gases. Cada recipiente está iluminado con tiras LED, y la temperatura y la presión están monitorizadas digitalmente y pueden ser diferentes en cada recipiente.
Durante el estudio
Los investigadores cultivaron las cianobacterias durante diez días. Después se les aplicó sustrato que simulaba el regolito (capa de materiales que cubre marte); rico en nutrientes como el fósforo, el azufre y el calcio. Esta prueba se hizo en recipientes con la atmosfera creada por los científicos y recipientes con una atmósfera como la terrestre. Pese a que las cianobacterias crecieron más rápido en el medio estándar, se desarrollaron bien en las dos condiciones.
Tras un pequeño proceso, se obtuvo la bacteria E. coli que se caracteriza por utilizar sacarosa como fuente de carbono. De ella se pueden extraer azúcares, aminoácidos y otros nutrientes para alimentar otras bacterias menos resistentes pero de probada eficiencia. Según evidencia el estudio, el próximo paso será lograr un sistema que pueda implementarse en Marte de manera eficiente.
Así, señalan que hay que probar otros géneros de cianobacterias y otras combinaciones de gases para poder cultivar algún día alimentos en marte, así como la espirulina, una importante fuente de alimentación que ya ha sido utilizada por la NASA en diferentes ocasiones.