Tiene solo cinco años, y el pasado mes de marzo, justo cuando se iniciaba la cuarentena en la mayoría de países del mundo, Román fue diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Una complicada noticia que llegó acompañada de una cuarentena que causó nada más que «incertidumbre» en la familia, tal y como contó su madre Lorena Netti.
Después de cinco complicados meses de confinamiento, Román ha podido reencontrarse con el mar, el lugar donde más libre, feliz y tranquilo se siente este pequeño niño argentino. Su madre contó la conexión especial que le une con el mar, algo que la cuarentena separó, pero solo momentáneamente.
“Nosotros empezamos la cuarentena con Román atravesando un diagnóstico y nos perjudicó que no pudimos comenzar con estudios o las terapias entonces era necesario el aire libre”, cuenta Lorena.
Durante este tiempo, la familia estuvo más unida que nunca, tanto hermanos como los padres remaban en una misma dirección, la paz y el bienestar de su hermano. Por ello, en cuanto las normas del confinamiento lo han permitido, han aprovechado para disfrutar del aire libre, por lo que lo primero ha sido hacer una visita a la playa, el lugar preferido de Román.
«La costa y el mar es su lugar en el mundo»
“Él estaba acostumbrado a ir a la playa y de repente todo eso no lo tuvo. Hay que tratar de explicarle que no se podía salir”, añadía su madre. Por su parte, Ramiro Colángelo, padre del pequeño, contó que “Román es un nene que si bien es todo amor y muy inteligente, es un nene que no para. Entonces hay que contenerlo, y con que él tenga un poco de aire libre ya es diferente”, añadiendo que “creemos que la costa y el mar es su lugar en el mundo”.
En su reencuentro con el mar, se pudo ver a un Román feliz, lo que supone una auténtica emoción para unos padres que han pasado momentos muy duros durante el confinamiento, al ver que su hijo no se encontraba todo lo bien que pudiera.
“Para nosotros fue emocionante, ver a él, la conexión con el mar, la cara de felicidad, el mar le genera paz. Él ama el mar, yo me emocioné, me dio esperanza. Espero con ansias que todo esto se levante y que mi hijo pueda disfrutar el aire libre, las playas”, relatan unos orgullosos padres que han vuelto a ver feliz a su pequeño después de tantos meses.