El testamento es un documento oficial de gran importancia, ya que permite a las personas dejar expresa sus últimas voluntades respecto al destino de sus bienes y patrimonio tras su fallecimiento. Si bien, el testamento cobra una mayor relevancia en caso de que el testador tenga algún hijo menor de edad y sea el principal beneficiario de la herencia.
A través de un testamento, los padres pueden proteger a sus hijos en caso de fallecimiento. Muchas personas se preguntan qué pasaría con su hijo o hijos en caso de fallecimiento de ambos progenitores. Se trata de una situación trágica y poco común, aunque puede suceder en determinadas ocasiones. Por ello, es importante establecer una protección para los niños y un tutor que también se encargue de custodiar la herencia hasta la mayoría de edad del menor o menores.
Hay que tener en cuenta que para un niño supone una gran tragedia perder a sus progenitores. A partir de ahí, es importante buscar un tutor legal para que el menor no quede desamparado tras la pérdida de sus ascendientes.
En el proceso de una herencia, si solo muere uno de los progenitores, la patria potestad quedará en el progenitor vivo. Así, se pasa a ser una familia monoparental. Si bien, puede suceder que en un periodo determinado fallezca el otro progenitor, por lo que es necesario buscar a un tutor legal que se haga cargo del niño o niños huérfanos.
Tutor legal de niños huérfanos
Lo recomendable es que los padres a través del testamento hayan dejado estipulado qué persona se hará cargo de sus hijos en caso de que se produzca su fallecimiento. No obstante, puede darse el caso de que un niño quede huérfano sin que los padres hayan designado a un tutor legal.
Hay que tener en cuenta que este tutor legal se hará responsable del niño y tendrá la obligación de custodiar la herencia que corresponde al menor hasta que éste alcance la mayoría de edad. Normalmente, los padres suelen designar como tutor legal a un abuelo, hermano mayor de edad, tío o amigo muy cercano a la familia. En cualquier caso, un Juez debe determinar si el tutor legal designado es apto para asumir dicha responsabilidad.
¿Qué ocurre con la herencia del menor?
El tutor legal debe velar siempre por los intereses del menor y responsabilizarse de su bienestar. Además, es quien representa la aceptación o renuncia de la herencia que corresponde al menor por el fallecimiento de sus progenitores. En el caso de rechazar la herencia o vender algunos de los bienes heredados, es necesario contar con el visto bueno de un Juez, que considere que no se vulneran los derechos del menor.
Así, la tutela finaliza en el momento que el menor cumple la mayoría de edad, que en España es de 18 años. En ese momento, el menor recibirá lo que quede de herencia, cuya custodia ha sido responsabilidad de su tutor legal. A partir de ese momento, el joven podrá disponer de la forma que desee de sus bienes y patrimonio.