El doctor Jesús Candel, más conocido públicamente como ‘Spiriman’, se marcha dejando un legado y herencia único para los pacientes oncológicos de toda España. No solo ha sido un ejemplo de lucha y superación en la batalla contra el cáncer, sino que ha sido el principal responsable de la creación de la UAPO (Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos).
Spiriman falleció el viernes 14 de octubre a los 46 años de edad, tras una larga lucha contra un cáncer de pulmón. Miles de personas lloraron la pérdida de un doctor que se hizo conocido por plantar cara a la Junta de Andalucía y luchar por una sanidad pública. Ha sido azote de políticos, centro de la crítica por declaraciones públicas y especialmente un ser humano que deja una herencia esencial para los pacientes oncológicos de toda España.
Desde la Sociedad Española de Oncología Médica exponen que «el número de cánceres diagnosticados en España en el año 2022 se estima que alcanzará los 280.100 casos». Además, cada año, en España mueren más de 100.000 personas a causa de un cáncer.
La gran herencia que deja Spiriman
No todas las herencias son ricas en dinero o patrimonio. Así, Spiriman ha dejado una herencia de vida y esperanza a todos los pacientes oncológicos que batallan contra un cáncer. A los actuales y a los futuros pacientes a los que le tocará hacer frente contra una de las enfermedades más duras a las que puede enfrentarse una persona.
Después de varios años luchando por un sueño, Spiriman consiguió crear la Fundación de Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO). Se trata de un proyecto que tiene como objetivo ayudar a los pacientes oncológicos en el duro trance frente al cáncer, ofreciéndoles todas las herramientas necesarias para aumentar las posibilidades de superar la enfermedad.
Así, los últimos años de vida de Spiriman se han centrado en hacer realidad la UAPO, a la par que luchaba contra el cáncer como un paciente oncológico más. Además, a través de sus vídeos y publicaciones en redes sociales, el doctor Jesús Candel ha sido ejemplo y esperanza para muchos pacientes que también se enfrentaban a la misma enfermedad.
El sueño de Spiriman debe continuar
En el año 2020, Jesús Candel fue diagnosticado por cáncer de pulmón en un estadio avanzado y con múltiples metástasis. A pesar de que el pronóstico fue desalentador, Spiriman sacó toda su fuerza para batallar durante dos largos años contra la enfermedad. Aunque no pudo ganar su lucha particular, ha logrado dejar una herencia de un valor incalculable para los pacientes oncológicos.
Con todo ello, Spiriman impulsó la UAPO, que dirige su amigo y entrenador Javier Cánovas. Esta Fundación ayuda de forma gratuita a pacientes oncológicos mediante la fisioterapia, educación física, nutrición y psicología. Se trata de elementos claves para que los pacientes mejoren su calidad de vida en la lucha contra la enfermedad y también durante su recuperación.
El primer centro de la UAPO se abrió en Granada. Desde entonces, ya se han abierto varias unidades en Granada, Málaga y Madrid, siendo todo un éxito. Spiriman ha dejado una herencia única y la mejor manera de seguir contribuyendo a su sueño es que se pueda abrir al menos una unidad de UAPO en todas las provincias de Andalucía y el resto de España.
La UAPO se financia gracias a las donaciones de socios y anónimos que costean en su totalidad los tratamientos que reciben los pacientes oncológicos. Gracias a las múltiples donaciones que recibe la entidad se han podido abrir nuevos centros y seguir cuidando a estos pacientes.
Así, tras su fallecimiento, la sociedad ha respondido con el mejor homenaje para Jesús Candel. Las donaciones a la UAPO se han multiplicado por numerosos puntos de España, para seguir potenciando el sueño que una vez comenzó Spiriman. Una herencia y un legado que ya es imborrable.