El control del dinero en efectivo que circula en nuestro país, es sin duda uno de los grandes problemas de Hacienda. ¿El motivo? Que es casi imposible rastrear la procedencia de cada euro que se mueve. El problema es que España, es tradicionalmente un país con una gran economía sumergida, por lo que las operaciones comúnmente llamadas ‘en negro’, causan un gran inconveniente fiscal para el país. Por ello, la Agencia Tributaria advierte sobre las multas que este hecho puede acarrear.
Es un hecho que en el día a día de una persona, el dinero en efectivo está cayendo en desuso. La comodidad de pagar mediante tarjetas bancarias o aplicaciones móviles como Bizum, han hecho que nos decantemos por opciones más rápidas. Además, la pandemia y el miedo al contagio mediante el contacto, han agilizado esta conducta que ya llevaba un tiempo en esta dirección. Una razón, que podía hacer pensar que Hacienda podía relajar las medidas, ¿O no?
El problema es que en la mayoría de las ocasiones, se sigue eligiendo el dinero en efectivo para los pagos grandes. Es decir, para pagar productos o servicios en los que haya que desembolsar una gran cantidad. Esto puede ser simplemente, porque aún muchas personas prefieren tener una parte del dinero que ganan en casa. Sin embargo, la otra razón y más recurrente, es porque no se pueda justificar la procedencia de esa cantidad por no haberse justificado a Hacienda.
Las multas de Hacienda por hacer pagos con dinero en efectivo
Como consecuencia de este movimiento en ‘negro’ de grandes cantidades, cada vez están más controlados los pagos con dinero en efectivo. Tanto es así, que Hacienda cuenta con un listado de movimientos sospechosos que vigila especialmente. De hecho, si detecta uno de ellos entre tus cuentas, puede poner en marcha una inspección en la que deberás justificar tus operaciones e ingresos. Un asunto muy serio que deberíamos tener en cuenta para evitar multas.
Desde el portal web de la Agencia Tributaria advierten de que «el incumplimiento de las limitaciones a los pagos en efectivo constituye una infracción administrativa grave«. Además, avisan de que una vez cometida la infracción, los responsables serán tanto la persona que realiza el pago como el que la recibe. Esto implica que tanto el pagador como el receptor, responderán «de la infracción que se cometa y de la sanción que se imponga», lo que significa que «la Agencia Tributaria podrá dirigirse indistintamente contra cualquiera de ellos o contra ambos».
Pero si aún no es suficiente para que tomes nota, debes saber que las operaciones con dinero en efectivo están cada vez más limitadas por la normativa fiscal, y no hacer caso a las reglas de Hacienda, supone cada vez una sanción más elevada. De hecho, según informan desde el mismo organismo, la multa varía según la cantidad defraudada. No obstante, consiste en una sanción proporcional del 25 por ciento de la base de la infracción que será «la cuantía pagada en efectivo en las operaciones de importe igual o superior a 1.000 euros o 10.000 euros».