La pensión de incapacidad permanente es un tipo de pensión contributiva que tiene como finalidad paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad, que reducen o anulan su capacidad laboral. En España existen cuatro tipos de incapacidad permanente: Parcial, Total, Absoluta o Gran Invalidez.
Es necesario partir de la base que una incapacidad permanente no supone una gran noticia para ninguna persona, ya que significa que un trabajador tiene una lesión o enfermedad que le impide desarrollar su profesión habitual o cualquier tipo de actividad laboral con normalidad.
A partir de ahí, los grados de invalidez se diferencian por la compatibilidad laboral y cuantía de pensión a recibir. En este sentido, existen grados de incapacidad permanente más beneficiosos que otros.
Grado de incapacidad permanente más beneficioso
Tal y como hemos argumentado previamente, en España existen cuatro grados de incapacidad permanente que pueden recibir los trabajadores. Así, el organismo encargado de otorgar el derecho a una pensión de incapacidad permanente es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), aunque también se puede lograr este tipo de pensión a través de la vía judicial.
A continuación exponemos las diferencias de compatibilidad laboral entre los grados de invalidez:
- Parcial: No implica el abandono del puesto de trabajo ni la finalización contractual con la empresa.
- Total: Inhabilita al trabajador para su profesión habitual. Sin embargo, es compatible con cualquier otra actividad laboral que no entre en conflicto con el grado de invalidez reconocido.
- Absoluta: Inhabilita al trabajador para cualquier profesión u oficio.
- Gran Invalidez: Inhabilita al trabajador para cualquier profesión u oficio.
La incapacidad absoluta o gran invalidez también pueden ser compatibles con actividad laboral. Sin embargo, el puesto de trabajo debe estar totalmente adaptado a las necesidades del trabajador y debe contar con el beneplácito del INSS.
Respecto a la compatibilidad laboral, la incapacidad permanente total es el grado de invalidez más beneficioso, ya que las posibilidades de compaginar percepción de pensión y actividad laboral son más elevadas.
Cuantía de las pensiones
Respecto a las cuantías de incapacidad permanente, la incapacidad parcial consiste en una indemnización de pago único que se calcula con las últimas 24 mensualidades del trabajador. Es el grado de invalidez menos beneficioso en el aspecto económico.
Por su parte, la incapacidad permanente total implica la percepción de una pensión del 55% de la base reguladora. Puede alcanzar el 75% de la base reguladora en caso de que la persona beneficiaria se encuentre en paro y tenga 55 años o más.
Así, la incapacidad absoluta conlleva la percepción de una pensión del 100% de la base reguladora. Igualmente, la gran invalidez también supone una pensión del 100% de la base reguladora, más un complemento no inferior al 45% debido a las necesidades de la persona beneficiaria.
En estos términos, las pensiones de incapacidad permanente más beneficiosas son la incapacidad absoluta y gran invalidez. Además, estos grados de invalidez provocan que las pensiones estén exentas de tributar el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).