Simone Biles es una gimnasta estadounidense de 24 años. Para muchos expertos es considerada la mejor gimnasta de todo el mundo y todos los focos durante los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 han estado sobre su figura desde el principio. Pero la brillante deportista ha sido protagonista por dar prioridad a su salud mental.
Todo ocurrió en la jornada de este martes 27 de julio, cuando la selección de Estados Unidos comenzó a disputar la final por equipos de Gimnasia Artística. A priori, las estadounidenses se iban a jugar la medalla de oro con las gimnastas de Rusia.
Si bien, todas las esperanzas del equipo estadounidense pasaban por una gran actuación de Simone Biles, que hasta el momento cuenta con una trayectoria impecable como deportista. No obstante, todo se truncó para la gimnasta nacida en Columbus.
La lección de SImone Biles sobre la salud mental
Simon Biles comenzó la final con un salto al potro, también conocido como salto de caballo. Su ejecución fue fallida y dejó sorprendido a todos los presentes, debido a la gran capacidad de la estadounidense para realizar todos los aparatos.
Pasado unos minutos, se conocía que Simone Biles ya no participaría más en la final. Pronto se barajaban dos hipótesis. Una apuntaba a una posible lesión de tobillo de la gimnasta y otra se enfocaba en la posibilidad de alguna dificultad mental para continuar el ejercicio.
Finalmente, Estados Unidos consiguió la medalla de plata en la final y Simone Biles continuó animando a sus compañeras durante cada ejercicio. La rueda de prensa posterior de la estadounidense quedará como un momento para la historia de los Juegos Olímpicos.
«Creo que hay que priorizar la salud mental, porque en caso contrario no vas a disfrutar del deporte y no vas a tener éxito. No pasa nada por dejar pasar una competición para centrarte en ti mismo. Eso demuestra lo competitiva que eres en lugar de seguir luchando contra ello», exponía Biles.
Seguidamente, la gimnasta estadounidense señalaba que «nunca me había sentido así en una competición. He intentado salir a pasármelo bien y en el calentamiento no estaba mal. Pero una vez que he salido a pista he visto que mentalmente no estaba preparada. Así que he dejado que mis compañeros se encargaran del resto y me he centrado en mí misma».
No estará en la final individual
Tras descansar durante unas horas, Simone Biles ha confirmado que no estará presente en la final individual de este jueves 29 de julio, siendo una de las bajas más significativas de esta prueba. Así lo ha confirmado el Comité Olímpico de Estados Unidos:
«Después de la evaluación médica, Simone Biles se ha retirado de la final de la competición individual de concurso completo (all-around) en los Juegos Olímpicos de Tokio para centrarse en su salud mental. Simone continuará siendo evaluada diariamente para determinar si participará o no en las finales individuales de la próxima semana. Jade Carey, que tuvo la novena puntuación más alta en los clasificatorios, participará en su lugar en el all-around».
Un ejemplo para el deporte
La salud mental es un tema tabú entre los deportistas de alto rendimiento. Sin embargo, es un factor que puede influir incluso más que una lesión o molestia física. No obstante, que un deportista achaque un mal rendimiento a la salud mental sigue estando altamente estigmatizado.
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Por ello, que Simone Biles haya decidido abandonar en una final olímpica para cuidar su salud mental debe ser una lección para el mundo del deporte y para el conjunto de la sociedad en general. A veces, es necesario parar para centrarnos en nosotros mismos y sentirnos bien.
Y es que Simone Biles no es cualquier deportista. A sus 24 años ya atesora en su palmarés cuatro oros y un bronce en Juegos Olímpicos e infinidad de medallas de oro en campeonatos mundiales. Tal es su leyenda, que ha inventado cuatro movimientos artísticos en gimnasia que llevan su nombre.
Ahora, Simone Biles ha conseguido otra medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Una medalla a la valentía y a la sensatez. Una medalla de oro por poner por delante su salud mental antes que seguir compitiendo en malas condiciones.
No obstante, cabe destacar que para ella no ha sido una decisión fácil, ya que para participar en unos Juegos Olímpicos hacen falta años de trabajo. La lección de Simone Biles sobre la salud mental en el deporte puede marcar un precedente más que necesario en todo el mundo.