Dos estudios de investigadores y colaboradores de la Universidad Estatal de Kansas (Estados Unidos) han llevado a dos importantes hallazgos relacionados con la pandemia de COVID-19: los gatos domésticos pueden ser portadores asintomáticos del coronavirus, pero es «poco probable» que los cerdos sean portadores significativos del virus.
«Otras investigaciones han demostrado que los pacientes humanos infectados con COVID-19 están transmitiendo el SARS-CoV-2 a los gatos; esto incluye a los gatos domésticos e incluso a los gatos grandes, como los leones y los tigres. Nuestros hallazgos son importantes debido a la estrecha asociación entre los humanos y los animales de compañía», explica uno de los líderes del estudio, Jürgen A. Richt.
En su trabajo, publicado en la revista ‘Emerging Microbes & Infections’, encontraron que los gatos domésticos pueden no tener signos clínicos obvios de SARS-CoV-2, pero aún así liberan el virus a través de sus cavidades nasales, orales y rectales y pueden propagarlo eficientemente a otros gatos en un plazo de dos días. Se necesitan más investigaciones para estudiar si los gatos domésticos pueden propagar el virus a otros animales y a los seres humanos.
https://x.com/KStateNews/status/1329127852231565312
Los cerdos no son portadores
En el estudio sobre los cerdos, los investigadores descubrieron que los cerdos infectados por el SARS-CoV-2 no son susceptibles a la infección del Covid-19 y no parecen transmitir el virus a los animales de contacto. «Los cerdos desempeñan un papel importante en la agricultura, por lo que es importante determinar la posible susceptibilidad del SARS-CoV-2 en los cerdos. Nuestros resultados muestran que es poco probable que los cerdos sean portadores significativos del SARS-CoV-2», argumenta Richt.
Los investigadores planean más estudios para comprender la transmisión del SARS-CoV-2 en gatos y cerdos. También tienen como objetivo estudiar si los gatos son inmunes a la reinfección del SARS-CoV-2 después de haberse recuperado de una infección primaria de SARS-CoV-2. «Esta investigación es importante para la evaluación de riesgos, la aplicación de estrategias de mitigación, el tratamiento de cuestiones de bienestar animal y el desarrollo de modelos animales preclínicos para la evaluación de fármacos y vacunas candidatas a COVID-19», concluye Richt.