De cara a controlar las finanzas personales o familiares, resulta fundamental prestar atención a los denominados gastos ‘inofensivos’ o ‘silenciosos’. Aunque pueden parecer insignificantes en el día a día, tienen una influencia importante en la economía mensual, por lo que es fundamental detectarlos para poder establecer un plan de ahorro.
Por norma general, existen tres tipos de gastos ‘silenciosos. Según informan los profesionales de BBVA, se les conoce como gastos hormiga, fantasma y vampiro. Aunque muchas personas tiene desconocimiento sobre este tipo de gastos, suelen ser más comunes de lo que podamos llegar a imaginar.
La mejor forma de mantener una buena salud financiera personal o familiar es a través del ahorro. La acción de ahorrar de forma mensual siempre permite tener un colchón económico ante cualquier inconveniente. Eso sí, el proceso de ahorrar sólo debería llevarse a cabo en caso de que afrontemos todos los gastos imprescindibles del mes.
Tipos de gastos silenciosos para el ahorro
Antes de establecer cualquier plan de ahorro, resulta conveniente poder detectar los denominados gastos hormiga, fantasma y vampiro. Cada uno de ellos presentan unas características concretas y son claves para poder iniciar un proceso de ahorro.
Los gastos hormigas son aquellas compras que se realizan al día de productos que no están planificados y realmente no parecen ser importantes. En este sentido, se integran las compras por impulso, comer fuera de casa o comprar una caja de chicles, entre otras muchas cosas.
Para identificar el gasto mensual en este tipo de productos, es recomendable apuntarlos uno a uno, para cuantificar a final de mes el gasto que suponen para la persona en cuestión. Para ahorrar en este tipo de gastos hormiga, es recomendable establecer una cantidad fija a principios de cada mes.
Gastos fantasma y gastos vampiro
Por otra parte encontramos los gastos fantasma. Se trata de gastos que están ahí y que llevamos a cabo prácticamente sin darnos cuenta. Sin embargo, afectan directamente al presupuesto mensual y a cualquier intención de ahorro.
Entre los gastos fantasma podemos incluir los servicios de ‘streaming’ de plataformas digitales, suscripción a revistas, canales de Twich o pagos mensuales de gimnasio al que no acudimos. En general, son gastos destinados especialmente al ocio.
Para equilibrar los gastos fantasma, es necesario analizar todos los servicios que tenemos contratados, ver si hay alguno prescindible o si se puede renegociar la cantidad económica destinada a estos elementos. Podemos cancelar aquellas cosas que no sean necesarias y destinar parte al ahorro.
Finalmente, los profesionales de BBVA resaltan los denominados gastos vampiro. Estos son gastos fijos, pero que no se detectan fácilmente al no considerarse como tal en el presupuesto. Así, tienen un impacto económico incluso mayor que los dos gastos mencionados anteriormente.
La televisión por cable, el gas, problemas de instalaciones de luz o fugas de agua, son algunos de los considerados como gastos vampiro. Ante ellos, es conveniente revisar las fuentes de energía e instalaciones en casa. En este caso, es recomendable estudiar un nuevo presupuesto que permita modificar ciertos hábitos para ahorrar una cuantía considerable de dinero cada mes.