Si pensáramos en una fruta roja, seguramente tendríamos a las fresas dentro de las primeras opciones, sin embargo, si nos pidieran nombrar una fruta blanca, estas no nos pasarían ni remotamente por la mente.
Pero resulta que las fresas blancas si existen, a pesar de que estuvieron a punto de extinguirse, esta es una especie de la que todavía podemos tener el placer de probar y disfrutar de sus propiedades y beneficios, además de su particular sabor a piña.
¿Qué son las fresas blancas?
Su nombre científico es Fragaria chiloensis, aunque en muchas regiones del planeta se le conoce con el nombre de pineberry, nombre que precede de la combinación de los vocablos pine, que significa piña y el vocablo berry, que significa fresa.
Esta es la especie de fresa más antigua que existe, y aunque muchas personas piensen que pueden ser producto de una modificación genética, esto no es así.
Esta especie de fresa es originaria de Chile y parte del territorio central de América, sembrada originalmente por los indios mapuches, aunque un miembro del servicio de rey Luis XIV la dio a conocer en Europa, especialmente en el territorio francés.
Propiedades y beneficios
A pesar de su color diferente y la variación en su sabor, las propiedades de las fresas blancas son parecidas a las de las fresas rojas que consumimos comúnmente.
Las fresas blancas o pineberrys aportan una gran cantidad de vitamina A y de vitamina C, las cuales son altamente beneficiosas para el funcionamiento del sistema inmunitario, además de que protegen el funcionamiento de la vista y mantiene la salud tanto de la boca como de la piel.
También hay que mencionar que dentro de sus propiedades también se encuentra la vitamina B9 o folato, la cual es indispensable para mantener la función celular y estimular el crecimiento de tejidos, siendo perfecta para las mujeres que se encuentran en estado de gestación.
Además, dentro de los minerales resalta su contenido de potasio, el cual ayuda a regular la tensión arterial, controlar los latidos del corazón y garantizar el buen funcionamiento del sistema cardiovascular, así como influye en funcionamiento de los músculos.
También es importante destacar que contiene una buena cantidad de fibra, la cual ayuda a prevenir que se absorba grasa durante el proceso digestivo, lo que contribuye con la prevención de la obesidad y mantiene el equilibrio del colesterol, así como posee carbohidratos que son saludables y generan un efecto de saciedad.
El poder antioxidante que contiene las fresas blancas ayuda retrasar la aparición de las señales del envejecimiento, ya que protege el buen estado de las células del cuerpo.
Usos de las fresas blancas
Esta especie puede tener los mismos uso que contienen la versión roja, así que podremos usarla para preparar jugos, mermeladas, postres y una gran variedad de recetas dulces, pues su sabor a piña suele resaltar bastante en las preparaciones, además que es un elemento decorativo bastante llamativo, pues la rareza de su color le brinda una estética mucho más elegante.