Hoy hace doce años que un accidente laboral cayéndome desde nueve metros de altura, me dejó con una tetraplejia y sentado en una silla de ruedas de por vida.
Doce años viviendo una nueva vida, con nuevas situaciones, vivencias que probablemente no hubiera vivido en mi anterior condición. Una vida que la entiendo como única, pues no la percibo cómo una vida adaptada a mi otro «yo». Ni antes hacía lo que hago ahora, ni mucho menos pensaba como pienso ahora.
Un 22 de mayo
Un 22 de mayo de 2008 marcó mi vida y la de mi familia para siempre. Tras pasar 40 días en la UCI, otros 30 en planta y tres meses en el Institut Guttmann, nacía un nuevo Francisco Zuasti. Una persona con ganas de aprovechar esta segunda oportunidad, de explorar, aventurarse e incluso emprender nuevos caminos. En definitiva, con ganas de vivir.
Dicen que hasta que no pierdes algo o alguien, no te das cuenta de lo que tienes. Si soy sincero, no extraño mi anterior vida, creo y estoy seguro de ello, que en la actualidad tengo mejor calidad de vida, valoro mucho más las cosas y situaciones y sobre todo, la vivo con intensidad.
Durante estos doce años he intentado resolver aquellas barreras que la vida me iba poniendo, algunas de fácil solución y otras, las de accesibilidad por ejemplo, depende de una administración que piensa más en los retuits de una publicación y en el qué dirán, que el de los derechos de las personas.
Aunque mi vida sea bastante buena, no quiere decir que haya sido fácil. He tenido que lidiar con situaciones que me hacían arrojar la toalla, de verme incapaz de lograr algo que antes lo hacías sin darte cuenta. Lo peor que llevo, y creo que aquí estarán de acuerdo la mayoría de lesionados medulares, son los problemas fisiológicos.
Los viajes, mi terapia.
Intento viajar cuanto más, mejor, pues cada vez que lo hago, es como una nueva conquista. Salir de tu zona de confort para explorar nuevos lugares en el que no sabes como te irá, te hace sentir mejor, te retas y sacas lo mejor de ti. Esto, junto al deporte y productos de apoyo de calidad, han sido claves para lograr una mayor autonomía personal. Por ello, desde esta página, insistimos a las administraciones que apuesten con un mejor catálogo ortoprotésico, pues estarán invirtiendo en la calidad de vida de las personas con necesidades especiales.
Ahora, tras doce años en mi silla de ruedas de la que estoy orgulloso, soy Coordinador de Diversidad e Inclusión Social de la Federación de Autónomos (ATA), Fundador de Todo Disca, asesor de accesibilidad por la UIC (Universidad Internacional de Cataluña) y una persona con muchas ganas de aportar y apoyar al colectivo de personas con discapacidad. A vuestra disposición siempre.
Hoy soplaré mis doce cumpleaños, porque la vida hay que celebrarla!.
P.D: He elegido esta imagen de portada en apoyo a mi amigo David Pavia (izquierda), pues no está pasando por sus mejores momentos. Mucha fuerza David!