Con la entrada de un nuevo año, muchas promociones, tarifas y descuentos llegan a su fin. Y esto es lo que va ocurrir con la tarifa regulada para las comunidades de vecinos (TUR Vecinal), que va a desaparecer el próximo 1 de enero. De esta manera, desde el Ministerio para la Transición Ecológica han señalado que los clientes que ahora se benefician de esta tarifa, subvencionada por el Gobierno, deben cambiarse antes de esa fecha a una comercializadora en el mercado libre.
La respuesta de las principales empresas de gas ante este problema es muy diferente. Por un lado, desde Naturgy se ha comenzado a enviar cartas a sus usuarios, mientras que Endesa, por su parte, se limita a decir que se ajusta a lo que «marca o marque la regulación».
Esta medida se creó en octubre de 2022 y tenía fecha de caducidad para el 31 de diciembre de 2023. Sin embargo, el Gobierno ahora mismo no ha señalado si se va a llevar a cabo su prorroga. A todo esto, la comparadora de ofertas de servicios para el hogar Selectra ha solicitado a las compañías informar a las comunidades con tarifa regulada «antes del 15 de octubre de la necesidad de contratar el suministro con una comercializadora del mercado libre» antes del 1 de enero de 2024. Además, señala que para aquellos que no lo hagan, se establecerá una «tarifa transitoria».
UN AUMENTO QUE DUPLICARÍA LA FACTURA DEL GAS
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica evitan confirmar si eso implica que no habrá una prórroga a partir de entonces. Agencia EFE ha informado que hay 6.700 comunidades de vecinos que se han acogido a la TUR Vecinal del gas.
Atendiendo a los datos oficiales, el cambio podría duplicar el precio de los recibos. De hecho, por un consumo anual de 150.000 kilovatios-hora adscritas a la TUR pasarían de pagar 6.600 euros a 13.500 euros, mientras que las más grandes (con un consumo de 400.000 kilovatio-hora) pasarían de 19.100 euros a 36.300 euros. Una auténtica salvajada, ya que se duplicaría su precio.
Debemos de recordar que, hasta hace un año, las comunidades de vecinos debían contratar una tarifa en el mercado libre para ‘grandes consumidores’ porque por su tamaño y demanda de energía, con más de 50.000 kilovatios al año, no le dejaba contratar la tarifa reguladora por el Gobierno. Por ello se abrevia como TUR, siglas de Tarifa de Último Recurso.

Los expertos aseguran que la tarifa libre usa como referencia de precio a la regulada. Dicha cantidad se revisa cada tres meses a partir de cotización del gas en el mercado mayorista, por lo que solían tener precios similares. Sin embargo, en la primavera de 2021 el gas a nivel internacional empezó a subir y el Gobierno decidió, en septiembre de 2021, contener el impacto de esta materia prima sobre la tarifa regulada (TUR) limitando su alza trimestral de al 15%. Esto era un pago diferido, en la que la diferencia entre la subida real del gas y ese límite la pagaban los consumidores, pero a posteriori.
Un año después, ya con la guerra de Ucrania avanzada y los precios del gas desorbitados, el Ejecutivo decidió subvencionar esa diferencia. Sin embargo, tiene como fecha tope el próximo 31 de diciembre, igual que otras medidas como las rebajas fiscales de la tarifa de luz y gas, pero el Gobierno no quiere desvelar si las mantendrá o decaerán.