Los neumáticos son parte fundamental de un vehículo. Por este motivo, llevarlos en buen estado es una cuestión de seguridad. Y es que en ocasiones, nos fijamos en otros elementos a los que damos importancia los cuales, suelen ser más estéticos, sin embargo, mucho menos funcionales. Pues aunque todo en un vehículo es importante, lo cierto es que hay partes a las que hay que estar especialmente pendientes.
A simple vista son simples envoltorios de caucho. Sin embargo, esta parte de cualquier vehículo, juega un papel fundamental en la calidad de la conducción. Y es que los neumáticos son de las piezas más trabajadas por ingenieros. No hay que olvidar, que de ellos dependen la estabilidad, la tracción y la maniobrabilidad en superficies de cualquier tipo y conservación.
De hecho, la elección de los neumáticos tiene mucho que ver con el lugar de conducción, la época del año e incluso los terrenos que solamos frecuentar. A poco que te fijes, podrás ver que no son todos iguales, que cuentan con peculiaridades, que lejos de ser importantes estéticamente, cumplen perfectamente su función. Es el caso, por ejemplo, de los surcos y ranuras. Es lo que se conoce como bancas de rodadura, y su función es evacuar el agua y mejorar el agarre en terrenos mojados.
Pero más que identificar los tipos de neumáticos, para lo cual podemos contar con un profesional, es importante saber reconocer el estado de su presión de inflado. Y es que de eso, dependerá que ruede bien el vehículo, además de que su mantenimiento, ayuda a largar la vida útil de esta zona.
La importancia de reconocer cuando algo va mal en el vehículo
Todos y cada uno de los neumáticos están diseñados para funcionar a una determinada presión. Es importante conocer qué presión es esta, pues de hacer funcionar un vehículo a una presión inadecuada, hará que se desgaste más rápido, que el conductor note la comodidad a la hora de conducir y puede ser peligroso, pues el agarre del vehículo se verá claramente perjudicado. Esto, además de peligroso a la hora de conducir, hará que tengan menos vida útil y haya que cambiarlos antes.

Por este motivo, los expertos aconsejan revisar la presión de los neumáticos de forma periódica. Sin embargo, hay quienes se olvidan de este factor, e incluso no saben cómo deben hacerlo. Además, los avances tecnológicos han hecho que los usuarios estén menos pendientes de ciertas cosas. Y es que hoy en día, la mayor parte de los vehículos avisan de cualquier avería, incluida una bajada de presión. Sin embargo, no es suficiente. Pues cuando estos sistemas avisan, lo habitual es que ya sea demasiado tarde.
Cuándo revisar la presión de los neumáticos
Revisar la presión de los neumáticos es un trámite que todos los propietarios de vehículos deberían hacer de forma periódica. Pero, ¿Cuál es el proceso? Lo primero, es saber qué presión deben tener los neumáticos de nuestro vehículo. Si no lo sabes, hay varios sitios donde puedes consultarlo: En el libro de instrucciones, en las inscripciones de la puerta o a veces, en la tapa del depósito de combustible.
El segundo dato que debe tener en cuenta, es que la presión de los neumáticos debe revisarse en frío, porque así, tendremos la medida exacta y realista de la presión de inflado del neumático. Si por cualquier motivo tienes que hacerlo en caliente, debes contemplar que la medida no será totalmente exacta. Una vez compruebes el estado de tus neumáticos, podrás proceder a llenarlos o dejarlos como están.