El Código Civil establece en su artículo 667, que el testamento es el acto mediante el cual, una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de parte de ellos. Es decir, es una herramienta legal, que todos podemos utilizar para dejar establecido qué queremos que ocurra con nuestra herencia y quienes queremos que sean los herederos.
Sin embargo, es solo eso: una opción. Y es que llevar a cabo este acto, no es obligatorio. De hecho, la ley dispone de herramientas suficientes, para proceder al reparto de la herencia, sin necesidad de este documento. Tanto es así, que en ocasiones, los herederos no saben si existe o no testamento, hasta después de fallecer el causante.
Pero, si la ley dispone de todo lo necesario para que se lleve a cabo la partición de herencia, ¿Qué importancia tiene el testamento? Básicamente, la que el testador le quiera dar. No obstante, la práctica jurídica indica claramente, que la mayor parte de personas que deciden otorgar este documento, lo hacen con la intención de evitar problemas familiares en el futuro.
Y es que lo que sí es habitual, es que los herederos no estén conforme con el reparto que establece el Código Civil. Por lo que llegado ese momento, el proceso puede complicarse. Sin embargo, está demostrado con la práctica, que los problemas son menores e incluso inexistentes, cuando existe un testamento en el que se indica de manera claro cómo debe ser el reparto y para quién.
PRINCIPALES DERECHOS DE LOS HEREDEROS
Que exista testamento no significa que el testador pueda dejar su herencia repartida de la manera que libremente establezca. Este concepto es importante, porque es motivo de error cuando una persona decide ir a testar. Y es que la normativa jurídica protege a los herederos. Es decir, estos tienen derechos que ni el testador ni nadie les puede quitar, al menos que sea por una de las causas establecidas en el Código Civil.
Por tanto, una persona que va a realizar un testamento, debe tener en cuenta el porcentaje que la ley reserva a lo que el Código Civil establece como herederos forzosos. Pero, ¿Quiénes son estos herederos forzosos?:
- En primer lugar, los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes.
- A falta de los anteriores, los padres y ascendientes respecto de sus hijos y descendientes.
- El viudo o viuda en la forma y medida que establece el Código Civil.
Por tanto, a la hora de testar, una persona debe respetar el derecho legal de los herederos a su parte de la herencia. De tal forma, que el testamento establezca la división de la herencia en tres tercios, que se reparten de la siguiente forma:
- Legítima: Es la porción de bienes de que el testador no puede disponer por haberla reservado la ley a determinados herederos, llamados por esto herederos forzosos.
- Tercio de mejora: Porcentaje de la herencia con la que el testador puede beneficiar a uno o varios de sus herederos forzosos.
- Libre disposición: Esta es la única parte de la herencia sobre la que el testador puede decidir libremente a quien se la deja y en qué forma. Es decir, los herederos pueden no ser parientes.
LA IMPORTANCIA DE UN BUEN TESTAMENTO
Realizar un testamento no asegura que no vayan a existir problemas a la hora de repartir la herencia. Sin embargo, cuanto mejor esté este hecho, más posibilidades de que todo salga bien hay. Y es que es relativamente habitual, que algunas personas lleven a cabo este acto, sin especificar mucho más allá de que se reparta, por ejemplo, todo a partes iguales entre los hijos.
De este modo, los conflictos pueden existir, pues el testamento no aportará más de lo que ya establece la ley. Por este motivo, es importante dejarse asesorar por un abogado experto en sucesiones. Pues este será el experto al que podremos exponerle nuestro deseo en cuanto a herencia se refiere, y el que nos guiará para que esto se plasme de la forma más segura para que cuando llegue el momento, no exista ningún problema.
Entre los consejos más habituales de los expertos, está el de establecer el reparto de la forma más clara posible. Esto se hace en ocasiones, y en la medida de lo posible, mediante legados. Por otra parte, es importante que el testamento esté bien hecho en cuanto a forma se refiere. De lo contrario, podría incluso impugnarse y no ser válido.