A la hora de solicitar una pensión de incapacidad permanente, es importante tener en cuenta varios aspectos claves con influencia directa en las posibilidades de obtener el reconocimiento por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
En primer lugar, es preciso aclarar que una pensión de incapacidad permanente puede derivar de accidente de trabajo, accidente no laboral, enfermedad común o enfermedad profesional.
Secuelas y limitaciones para la incapacidad permanente
En relación a lo expuesto anteriormente, desde ‘Fidelitis’ informan que «la legislación española para las pensiones de incapacidad permanente es de secuelas y limitaciones. No es de diagnóstico».
Dichas secuelas y limitaciones pueden ser fruto de un accidente de trabajo, accidente no laboral, enfermedad profesional o enfermedad común. Así, para conseguir una incapacidad permanente, es necesario analizar cómo afectan estas secuelas y limitaciones a la capacidad laboral del trabajador.
Estas secuelas y limitaciones pueden tener efectos en la capacidad laboral del trabajador para su profesión habitual o para cualquier tipo de actividad laboral. En función de cómo afectan las secuelas y limitaciones, se concederá al trabajador un grado u otro de incapacidad permanente. Así, pueden reconocerse una incapacidad parcial, incapacidad total, incapacidad absoluta o Gran Invalidez.
Una pensión de incapacidad permanente cumple con la finalidad de paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral.
Así, los solicitantes de una incapacidad permanente deben tener claro que la clave está en las secuelas que presenta y las limitaciones que encuentra para desarrollar su profesión habitual o cualquier otra actividad laboral.
Cómo actuar en el Tribunal Médico
En base a las secuelas y limitaciones, lo que debe hacer la persona solicitante es ser muy coherente entre lo que verbaliza sobre su estado físico y su capacidad laboral, y lo que dicen los correspondientes informes médicos al respecto. Así lo explican los abogados laborales especialistas de ‘Fidelitis’.
Cuando toque afrontar el Tribunal Médico, el usuario tendrá que explicar exactamente cómo son las secuelas y limitaciones, así como las dificultades que generan en su capacidad laboral.
A la hora de realizar dichas explicaciones ante el Tribunal Médico, es recomendable no exagerar sobre dichas secuelas y limitaciones. Tampoco es recomendable rebajar lo que siente realmente el trabajador. Simplemente, es conveniente ser sincero sobre el estado físico y la capacidad laboral.
El Tribunal Médico es uno de los escollos más dificultosos que debe superar cualquier persona solicitante de una pensión de incapacidad permanente. Por ello, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especialista desde el principio, para conocer algunas de las pautas y claves de este proceso.
Inicialmente, la solicitud de incapacidad permanente se debe realizar por la vía administrativa, en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Una vez agotadas las posibilidades por la vía administrativa, el ciudadano puede acudir a la vía judicial.
Sea como fuere, es fundamental que el trabajador tenga constancia de que lo que analiza el INSS son las secuelas y limitaciones. Teniendo en cuenta este concepto, el trabajador podrá afrontar mejor el Tribunal Médico y estar un poco más cerca de obtener el reconocimiento de la pensión de incapacidad permanente.