El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición que afecta el desarrollo neurológico y social, con manifestaciones diversas en cada individuo. En los últimos años, los profesionales sanitarios han percibido un incremento en los diagnósticos de TEA, aunque las causas de este fenómeno aún no están claras. Entre los factores que influyen en esta tendencia se encuentran los cambios en los criterios diagnósticos y una mayor sensibilización en la comunidad médica.
A pesar de estos avances, los expertos advierten que persiste un importante infradiagnóstico en niñas y mujeres, lo que dificulta la detección temprana y el acceso a terapias adecuadas. Este desafío fue uno de los temas centrales del 21º Congreso de Actualización en Pediatría de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), que reúne a especialistas del sector para abordar los últimos avances en la materia.
Diagnóstico temprano y papel de los pediatras en la atención primaria
Los pediatras de Atención Primaria desempeñan un rol esencial en la identificación temprana del TEA. Según la Dra. Eva Ximénez, vocal de AEPap en Castilla-La Mancha, “la formación y sensibilización de los profesionales que trabajan con niños pequeños es crucial para detectar los primeros signos de alerta y actuar dentro de la ventana terapéutica, un periodo crítico en el que la estimulación adecuada puede mejorar significativamente el pronóstico”.
En este sentido, los especialistas destacan dos aspectos fundamentales para la detección precoz del TEA:
- Evitar la exposición a pantallas en menores de dos años, ya que puede afectar su desarrollo social y comunicativo.
- Fomentar el juego y la estimulación en el hogar, permitiendo a los padres detectar signos de alarma y consultar con un especialista a tiempo.
Estudios recientes han demostrado que cuanto antes se inicie la Atención Temprana, mayores serán los avances en comunicación, habilidades cognitivas y adaptación social. Incluso cuando no se tiene un diagnóstico confirmado, la derivación rápida a programas especializados puede marcar una diferencia clave en la evolución del niño.
El desafío del infradiagnóstico en niñas y mujeres
Uno de los grandes retos en la detección del TEA es el infradiagnóstico en niñas, especialmente en aquellas con buenas habilidades intelectuales y lingüísticas. Según los especialistas, en muchos casos el autismo en mujeres se manifiesta de forma diferente al de los niños, con un perfil más social y desinhibido, lo que puede retrasar su identificación.
“La mejora de síntomas con la edad, el camuflaje y la alta prevalencia de comorbilidades emocionales y alimentarias dificultan el diagnóstico en la adultez”, explica la Dra. Ximénez. Muchas mujeres con TEA son erróneamente diagnosticadas con trastornos de personalidad o psicosis, lo que impide que reciban la atención adecuada.
El Congreso de AEPap también ha resaltado la necesidad de fortalecer el vínculo terapéutico entre los pediatras y las familias de niños con TEA. La creación de experiencias clínicas positivas en la consulta puede reducir la carga de enfermedad de estos pacientes, quienes presentan un mayor riesgo de problemas de salud en comparación con otros niños neurotípicos.
Detectar el TEA
Aunque actualmente no existe una estrategia clara para prevenir el autismo, algunos especialistas sugieren que ciertos hábitos pueden contribuir a una identificación temprana y mejor pronóstico.
Entre las recomendaciones, se destaca la importancia de evitar el uso excesivo de pantallas en la infancia y fomentar la interacción social y el juego con los padres. Estos hábitos pueden ayudar a detectar antes cualquier anomalía en el desarrollo, permitiendo un acceso más rápido a terapias especializadas.
El TEA sigue siendo un desafío para la pediatría, pero los avances en sensibilización y formación de los profesionales sanitarios están permitiendo una detección más temprana y mejores oportunidades de intervención para los niños afectados.