El testamento es una herramienta legal a disposición de los ciudadanos que quieren dejar protegidos a sus seres queridos con respecto a su herencia. Bien es cierto, que no es un acto obligatorio, puesto que la ley española dispone la forma en que debe repartirse la herencia y quienes deben ser los herederos, según el caso. Sin embargo, hay un motivo muy habitual por el que muchas personas deciden llevar a cabo este acto: Este es, dejar protegido a su cónyuge.
Y es que aunque la ley recoja esta figura, no le da prioridad frente a descendientes y ascendientes. Bien es cierto, que aun con testamento, hay una serie de premisas que deben cumplirse, entre ellas, la de respetar la porción legítima de algunos herederos. Esto significa, que no puede dejarse todo al cónyuge si existen otras figuras familiares. Sin embargo, hay una opción muy recurrente para proteger al cónyuge. Es lo que se conoce coloquialmente como testamento «del uno para el otro».
Testamento y matrimonio
El testamento del «uno para el otro», es una fórmula mediante la cual, cada cónyuge realiza su testamento en el que dejan por escrito su voluntad para que su cónyuge disfrute del usufructo universal de toda su herencia. Es decir, que mientras su pareja viva, será la legitimada para usar y disfrutar de todos sus bienes. Es decir, de contar con la posesión. Será llegado el momento del fallecimiento de esta, cuando el resto de herederos puedan disfrutar de lo que les corresponde.
Sin embargo, puede darse el caso en el que los miembros de un matrimonio decidan realizar este tipo de testamentos, ¿Qué pasa si se divorcian? Los expertos recomiendan en estos casos, que tanto si tenían un testamento del «uno para el otro», como si no, realicen un nuevo testamento. Cabe recordar, que cada persona cuenta con la libertad de realizar este acto las veces que considere a lo largo de su vida, pues al final, solo tendrá validez el último otorgado.
Por tanto, los expertos recomiendan hacer un testamento nuevo en caso de divorcio. El motivo es que si existe un testamento realizado con anterioridad al divorcio, los derechos que corresponden al cónyuge dejan de tener valor por la extinción del matrimonio. Sin embargo, si se da el caso, por ejemplo, de que en dicho documento se decidiese que el cónyuge recibiese un porcentaje de la herencia mayor a la legítima, el ex pudiese llegar a heredar debido a un problema de interpretación.
Qué hacer si no se había realizado este acto
Aun si no se hubiese llevado a cabo un testamento antes del divorcio, los expertos siguen aconsejando realizar este acto tras divorciarse. De hecho, es importante que cada miembro de la ex pareja lo lleve a cabo. ¿En todos los casos? Especialmente cuando hay hijos menores de edad. Pues de esta forma, se evita que el cónyuge superviviente sea el administrador de la masa hereditaria de los hijos hasta la mayoría de edad.
En cuanto al tema de sucesiones y familia, otra duda muy recurrente surge en el caso de las parejas de hecho. ¿Qué ocurre en los casos en que una pareja no llega a casarse? En este caso concreto, el de las parejas de hecho, los derechos hereditarios son los mismos que los del matrimonio. Por tanto, el cese de la pareja de hecho tiene los mismos efectos jurídicos que el divorcio.
Sin embargo, entre las uniones por matrimonio y las parejas de hecho, existe una diferencia: la prueba. Pues en el caso de las parejas de hecho, si se quieren hacer valer los derechos hereditarios, hay que probar la existencia de la pareja de hecho, y si se quiere poner fin a esos derechos hereditarios, hay que proceder a probar la finalización de la pareja de hecho.