Experto aconseja a personas con obesidad solicitar una incapacidad permanente

Existen determinados casos en los que se puede lograr una pensión de incapacidad permanente por obesidad

Incapacidad permanente por obesidad./ Foto de Canva

Obtener una pensión de incapacidad permanente por obesidad mórbida no es sencillo, puesto que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) debe considerar que se han agotado todas las posibilidades terapéuticas contra la enfermedad. En cualquier caso, es posible que el INSS otorgue el reconocimiento de una pensión de este tipo por obesidad.

En este sentido, el experto en Derecho Social y director del Tribunal Médico, Alejandro Rusiñol, recomienda a los trabajadores con obesidad y que hayan agotado todas las posibilidades terapéuticas, solicitar una pensión de incapacidad permanente. El objetivo es priorizar la protección del trabajador e incluso mejorar su calidad de vida.

Hay que tener en cuenta que la pensión de incapacidad permanente es una pensión contributiva que tiene como finalidad paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral. La incapacidad permanente puede derivar de enfermedad común, enfermedad profesional, accidente de trabajo y accidente no laboral.

Incapacidad permanente por obesidad

El INSS no cuenta con un listado específico de enfermedades o lesiones que dan lugar al reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente. Así, este organismo se encarga de analizar cada caso y las circunstancias particulares de un trabajador. En este sentido, una misma enfermedad puede ser incapacitante para un trabajador y para otro no.

Incapacidad permanente por obesidad./ Foto de Canva
Incapacidad permanente por obesidad./ Foto de Canva

Al respecto, Alejandro Rusiñol destaca que «si bien la incapacidad permanente por obesidad no es muy común, la probabilidad de concesión aumenta de forma considerable cuando coexiste con otras enfermedades». La obesidad mórbida puede provocar la aparición de otras enfermedades derivadas, incrementando las posibilidades de obtención de una pensión de incapacidad permanente.

Los especialistas explican que la obesidad puede ser motivo de incapacidad permanente en determinados casos. Así, se considera obesidad mórbida una condición en la cual la persona pesa 50 kilos o más por encima de su peso corporal ideal. Además, la obesidad es un factor agravante en sí del cuadro clínico y padecerla puede ocasionar el desarrollo de otras enfermedades.

Grados de incapacidad

El experto Alejandro Rusiñol habla de un caso real de una mujer con obesidad que trabajaba como cocinera y a la que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le otorgó el derecho a cobrar una pensión de incapacidad permanente. «Una persona con estos problemas médicos y con un peso de 118 kilos no es posible que trabaje una jornada ordinaria estando de pie en una cocina, padeciendo además un trastorno de conducta alimentaria», indica el profesional.

Así, los profesionales de ‘Tribunal Médico‘ explican que es posible la concesión de una incapacidad permanente en grados total, absoluta y Gran Invalidez. El grado determinado por el INSS dependerá de las condiciones que presente el trabajador o trabajadora.

En el caso de la incapacidad permanente total se inhabilita al trabajador para su profesión habitual, aunque la pensión es compatible con otras actividades laborales que no entren en conflicto con el grado de incapacidad reconocido. Por su parte, la incapacidad absoluta y Gran Invalidez inhabilita al trabajador para cualquier profesión u oficio.

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