El testamento es el acto mediante el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de parte de ellos. Es decir, el documento en el que incluye todas sus pertenencias, las personas a las que quiere dejarle las mismas y la parte destinada a cada uno de ellos. Una especie de previsión de reparto de herencia.
Realizar un testamento no es obligatorio. No existe ninguna norma que nos exija pasar por este trámite. Por esta razón, lo normal es que exista una motivación que te lleve a querer hacerlo. Es decir, que la persona tenga un objetivo muy claro que quiera dejar oficialmente por escrito para que se lleve a cabo tal cual, una vez él fallezca.
De lo contrario, este documento no tendrá un sentido claro. De hecho, es relativamente habitual encontrarse con testamentos en los que el reparto de la herencia se dispone a partes iguales entre los herederos forzosos. En este caso, no adelanta nada en cuanto al reparto que se haría sin este documento y conforme dispone la ley.
Pues no hay que olvidar, que otorgar testamento es opcional porque la ley recoge la forma en que debe hacerse la partición de herencia a falta de este. Por lo que hacer un testamento de este modo, puede no cumplir el objetivo de este acto o al menos uno de ellos: evitar problemas familiares de cara al futuro.
Motivos que empujan a una persona a otorgar testamento
Puede que sea la falta de conocimiento en temas de sucesiones, pero hay dos errores en los que se incide con cierta asiduidad. En primer lugar, no plantearse realizar un testamento. Hay personas, que al desconocer el beneficio que puede suponer para los seres queridos disponer de este documento, no reparan en realizarlo.
Por otra parte, esperar demasiado para realizarlo. Existe la creencia equivocada, de que es un acto que se lleva a cabo cuando se tiene una edad muy avanzada. Esto es un error. Lo mejor es llegada la edad adulta, otorgar testamento. De hecho, no es un acto definitivo. Una persona puede realizar a lo largo de su vida tantos testamentos como estime oportuno.
Sin embargo, existe un porcentaje de la población que se informa y preocupa por cómo realizar un testamento, normalmente, porque tienen algún objetivo que les lleva a ello. Lo mejor en estos casos, y en aras de hacerlo de la mejor manera, es consultar con un profesional en la materia. No obstante, estos son los motivos que más se repiten para que una persona otorgue testamento:
Proteger a un hijo con discapacidad
Una de las grandes preocupaciones de los padres que tienen un hijo con discapacidad, es la manera en la que podrán dejarle protegido cuando ellos falten. Por este motivo, es habitual que acudan a realizar un testamento. Para hacerlo de la mejor manera, hay dos decisiones fundamentales que deben tomar. Por una parte, dejar escrito quién será el tutor o administrador de los bienes.
Por otra parte, si tienen varios hijos, deben decidir qué parte de la herencia dejan al hijo con discapacidad. Lo normal es que este hijo salga beneficiado, pues parece lógico entender, que lo más probable es que le vaya peor económicamente que a sus hermanos. Por ello, una opción es que los hermanos reciban la legítima y este hijo además, el tercio de mejora y libre disposición.
Sin embargo, desde hace más de un años existe una tercera opción: Dejar toda la herencia al hijo con discapacidad. Y es que desde la entrada en vigor de la Ley 8/2021, el 3 de septiembre de 2021, esta opción es posible. Así lo dispone esta norma cuando dice «cuando alguno o varios de los legitimarios se encontrasen en una situación de discapacidad, el testador podrá disponer a su favor de la legítima estricta de los demás legitimarios sin discapacidad».
Beneficiar al cónyuge
Otro motivo por el que muchas personas acuden a otorgar testamento, es para proteger al cónyuge. De hecho, hay un considerable número de parejas, que solicitan hacer un testamento conjunto en el que se dejen todos los bienes mutuamente. De este modo, cuando uno falte, será el otro el heredero de todo lo perteneciente al fallecido.
Sin embargo, esta opción no es posible en España. El Código Civil prohíbe expresamente los testamentos mancomunados. La única solución en estos casos, es que cada miembro de la pareja realice lo que se conoce como ‘testamento del uno para el otro‘. De este modo, ambas partes dejarán a su cónyuge el usufructo universal de toda su herencia. Así, podrán disfrutar de ellos mientras vivan, aunque no sean los propietarios.