Muchos trabajadores creen que al estar de baja laboral por incapacidad temporal están totalmente protegidos. Es decir, que la empresa no puede despedirlos al estar en una situación de baja médica. Sin embargo, esto no funciona realmente así.
Existen diferentes motivos legales y objetivos por los que la empresa puede despedir a un trabajador, independientemente de que se encuentre de baja laboral o no. Eso sí, el motivo del despido nunca puede ser la propia incapacidad temporal.
Motivos para ser despedido durante una baja laboral
La legislación española permite ciertos motivos para el despido de un trabajador, incluso estando de baja laboral por incapacidad temporal. Uno de los motivos es el despido objetivo, que se puede producir debido a las siguientes causas:
- Causas técnicas: Se produce una modificación en los métodos de producción de la empresa.
- Causas económicas: Ocurre cuando una empresa debe afrontar dificultades económicas, reducción de ingresos o pérdidas continuadas. En este sentido, la compañía puede justificar que necesita realizar una reducción de plantilla.
- Causas organizativas: Normalmente, consiste en una reestructuración interna dentro de la empresa.
- Causas de producción: Cambios en la demanda de productos o servicios que requiere de una reducción de la plantilla.
Otra circunstancia por la que un trabajador puede ser despedido de la empresa estando de baja laboral es por cierre de la empresa. En este sentido, los expertos de ‘Fidelitis’ indican que «el cierre total o parcial de la empresa es otro motivo por el cual un trabajador puede ser despedido estando de baja. Si la empresa cesa su actividad, los contratos de trabajo se extinguen, afectando a todos los empleados, independientemente de su situación médica».
Despido disciplinario estando de baja
Un trabajador en situación de baja laboral por incapacidad temporal también se puede enfrentar a un despido disciplinario por parte de la empresa. Un despido disciplinario se produce cuando el trabajador comete una falta grave que justifica la finalización de su contrato laboral con la empresa.
A continuación, exponemos algunas de las causas que pueden derivar en un despido disciplinario del trabajador, independientemente de que se encuentre de baja o no:
- Faltas de asistencia al trabajo o impuntualidad de manera reiterada y sin justificación.
- Ofensas verbales o físicas hacia compañeros, superiores o clientes.
- Realizar acciones que dañan la confianza entre la empresa y el trabajador. Hablamos de actos como estafas, fraudes o mentiras.
- Reducción del rendimiento laboral sin justificación y durante un periodo de tiempo prolongado.
Igualmente, también puede producirse un despido objetivo por circunstancias relacionadas con el estado del trabajador. Por ejemplo, en caso de reconocimiento de una incapacidad permanente incompatible con el desarrollo de cualquier actividad laboral dentro de la empresa.
Ante un despido en su empresa, el trabajador puede tener derecho a una indemnización económica. Además, también podrá acceder a cobrar una prestación contributiva por desempleo en caso de cumplir con los requisitos pertinentes que exige el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal).
La indemnización que se puede percibir depende específicamente del tipo de despido. Por ejemplo, si se trata de un despido objetivo, la indemnización tendrá una cuantía resultante de 20 días de salario por año trabajado, hasta un máximo de 12 mensualidades.
Si el despido es disciplinario, el trabajador no tendrá derecho a indemnización económica. A no ser que dicho despido se declare improcedente. En caso de que se declare improcedente, la indemnización será de 33 días de salario por año trabajado, hasta un máximo de 24 mensualidades.