El sistema de pensiones en España se sitúa en niveles muy altos de presión debido, en gran parte, a los altos costes de vida y a las elevadas cuantías de prestaciones que debe abonar a todas las personas beneficiarias de una pensión. De hecho, la longeva esperanza de vida y la baja tasa de natalidad son dos de los factores que han motivado a las instituciones a premiar a aquellos trabajadores que deciden exprimir su vida laboral al máximo y atrasar la jubilación hasta el límite permitido.
En este contexto se sitúa la jubilación demorada, que se entiende como la posibilidad que tienen las personas trabajadoras (por cuenta propia o ajena) una vez cumplida la edad ordinaria de jubilación de prolongar su vida laboral. Esta modalidad es incompatible con la jubilación activa, flexible y, lógicamente, la anticipada. Además, para acceder a esta modalidad de retirada de la actividad laboral se han de cumplir dos requisitos, establecidos por la Seguridad Social:
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Haber cotizado 15 años a la Seguridad Social como mínimo.
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Tener cumplida la edad mínima de jubilación ordinaria para el año en curso.
Beneficios de retrasar la jubilación para trabajadores
En España, la edad de jubilación incrementa cada año, y así lo seguirá haciendo hasta 2027, cuando alcance el máximo histórico al alcanzar los 67 años de edad. Esto se debe a la reforma de las pensiones de 2013, aprobada para prolongar la vida laboral. Por ello, de acuerdo con las administraciones pertinentes, se deduce que la persona que decida retrasar voluntariamente el momento de la jubilación, percibirá un complemento económico en la pensión cuando decida jubilarse.
En este sentido, los trabajadores que prolonguen su vida laboral podrán elegir entre dos opciones. La primera de ellas se trata de un porcentaje adicional del 4% por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria. Esto supone un aumento de la cuantía de la pensión de jubilación, por lo que las personas que aplacen su retirada profesional optarán a este incremento.
Por otra parte, también existe la opción de optar por una cantidad a tanto alzado por año cotizado, que dependerá de los años cotizados cuando se llegue a la edad de jubilación, y que oscila entre los 5.000 hasta los 12.000 euros aproximadamente. Este complemento se recibirá en el momento de la jubilación de la persona solicitante. Sin embargo, el Gobierno aprobó, hace escaso tiempo, la opción de optar por una fórmula mixta, que combina ambas opciones anteriores.
Ventajas de retrasar la jubilación para las empresas
Retasar la jubilación no sólo tiene beneficio para los trabajadores, sino también para las empresas donde desarrollen su actividad laboral. De hecho, las corporaciones que apuesten por empleados que opten por alargar su jubilación, estarán exentas de las cotizaciones por contingencias comunes de los trabajadores que retrasen la retirada de la vida laboral, salvo por incapacidad temporal.
Además, de este modo, la Seguridad Social afirma que estas empresas «tendrán una reducción del 75% de la cotización durante la situación de incapacidad temporal de los trabajadores que hayan cumplido los 62 años». Por tanto, retrasar la jubilación se antoja como una opción interesante para aquellos trabajadores que estén plenitud de facultades y que deseen optar por un incremento de su pensión.