Las fresas son una de las frutas más consumidas en todo el mundo, debido principalmente a su particular sabor y su alto valor nutricional, algo que en muchos aspectos le otorga la categoría de superalimento. Además, es un alimento de origen vegetal que ofrece importantes beneficios para la salud de la piel.
Otra de las grandes características de la fresa es la versatilidad que permite en el mundo de la cocina. Es una fruta que se puede consumir fresa de forma natural, pero también se puede utilizar como ingrediente en múltiples elaboraciones culinarias.
Las fresas son un superalimento que principalmente se componen de agua (89%), de glucosa, fructosa e hidratos de carbono. Además, se trata de un tipo de fruta ideal para incorporar en las dietas destinadas a perder peso, debido a su bajo contenido calórico.
Sin embargo, una de las grandes características nutricionales de las fresas radican en la vitamina C. Por cada 100 gramos de alimento, las fresas aportan 58,8 mg, incluso por encima de lo que proporcionan las naranjas.
Así, la vitamina C es un nutriente esencial para el organismo, especialmente para el funcionamiento del sistema inmune y la salud de la piel.
Beneficios como superalimento para la piel
Gracias a su alto valor nutricional, las fresas son consideradas un superalimento para la salud, generan importantes beneficios al organismo. Además, se trata de un alimento por el que muchas personas sienten auténtico placer.
En concreto, el consumo de fresas es bueno para perder peso, mejora la digestión, es fuente de vitamina C y contribuye a preservar la salud del corazón. Y es que esta fruta también es rica en minerales esenciales como el calcio, potasio y fósforo.
Por otra parte, las fresas también son un superalimento ideal por lo beneficios que genera en la salud de la piel, algo que se sustenta en su alto contenido en potasio, vitamina C, vitamina E y ácido fólico. Así, estos son algunos de los efectos positivos de las fresas en la salud cutánea:
- Estimulan la producción de colágeno de forma natural por parte del organismo.
- Reduce las arrugas y las líneas de expresión propias de la edad.
- Unifica el tono de piel.
- Regenera las células de la piel.
- Ayuda a eliminar el acné y puntos negros.
Mascarilla de fresas
El consumo de fresas de forma regular en nuestra dieta ya provocará los beneficios mencionados anteriormente, incluido los efectos positivos en la salud de la piel.
Sin embargo, tal y como informan desde ‘Panorama Web‘, existe otra forma idónea de que este superalimento sea nuestro mejor aliado para potenciar la salud de la piel y estimular de forma natural la producción de colágeno.
En concreto, se trata de utilizar una mascarilla facial de fresa una vez por semana. Si bien, en cualquier caso, siempre es recomendable contar con la supervisión de un especialista médico. Para utilizar esta mascarilla facial de fresa son necesarias 5 fresas, 2 cucharadas de miel y 1 cucharada de yogurt.
Así, para obtener esta magnífica mascarilla natural es necesario triturar las fresas con un tenedor hasta alcanzar una textura homogénea. Seguidamente incorporar en un bol junto a la miel de abeja y el yogur.
Cuando todo este mezclado perfectamente se aplica sobe el rostro y se deja aplicar durante unos 20 minutos. Pasado este periodo, será conveniente utilizar una buena cantidad de agua tibia para retirar. Es recomendable aplicar crema hidratante de forma posterior.