El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una prestación clave para garantizar una renta mínima a aquellos colectivos que enfrentan situaciones de vulnerabilidad económica en España. Desde su creación en 2020, esta ayuda ha sido fundamental para combatir la pobreza y la exclusión social, beneficiando a más de 735.000 hogares y 2,1 millones de personas, según datos recientes del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). El objetivo principal que persigue esta ayuda reside en garantizar la estabilidad económica de familias y personas que viven solas que no cuentan con los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
De este modo, la cantidad a recibir relativa al IMV se calcula como la diferencia entre la renta garantizada y los ingresos de la unidad de convivencia, ajustándose según el tamaño del hogar. Además, las instituciones también contemplan complementos para situaciones específicas que pueden aumentar la prestación. No obstante, para poder optar a esta ayuda, se requiere cumplir ciertos criterios básicos: residir legalmente en España durante al menos un año continuo, demostrar vulnerabilidad económica y mantener una unidad de convivencia establecida durante al menos seis meses. También es indispensable presentar la declaración de la renta para que la Seguridad Social pueda evaluar la situación económica de los beneficiarios y decidir sobre la continuidad de la prestación.
Sin embargo, de acuerdo con fuentes oficiales del Gobierno, existirá derecho a percibir el IMV «siempre y cuando los ingresos de la persona o unidad de convivencia sean inferiores a la renta garantizada«. De modo que los ingresos mensuales máximos deben ser menores a 491,63 euros en el caso de una persona adulta que viva sola y se incrementan otros 147,49 euros más al mes por cada persona adicional, adulta o menor, que conviva en la unidad de convivencia hasta un máximo de 1081,59 euros al mes.
Requisitos para cobrar el IMV
El cobro del Ingreso Mínimo Vital está dirigido a colectivos en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social, que busca paliar la ausencia o escasez de ingresos. Por ello, se han de cumplir una serie de requisitos y condiciones para acceder al cobro de esta pensión. Estas medidas, por tanto, buscan garantizar que la prestación llegue únicamente a quienes realmente la necesitan, revisando de forma más exhaustiva la situación económica de los beneficiarios.
- Tener al menos 23 años, o 18 años si hay menores a cargo y no ser beneficiario de pensión contributiva por jubilación o incapacidad permanente, ni de pensión no contributiva por invalidez o jubilación.
- Cumplir un año de residencia legal en España.
- Haber vivido independientemente al menos 1 año en el caso de familias y 3 años en el caso de personas solas.
- En el caso de unidades de convivencia, haberse formado al menos 1 año antes de la solicitud.
- Haber solicitado previamente las prestaciones a las que se pudiera tener derecho.
- Podrán ser beneficiarias las personas que temporalmente sean usuarias de una prestación de servicio residencial, de carácter social, sanitario o socio-sanitario.
Más allá de estos requisitos básicos, el acceso al Ingreso Mínimo Vital dependerá exclusivamente del nivel de ingresos y patrimonio de la persona que lo solicite, de acuerdo con los órganos competentes. Cualquier persona con unos ingresos inferiores a la renta garantizada por el IMV y un patrimonio menor al máximo establecido, podrá ser beneficiaria de esta prestación.
Suspender o retirar el IMV
Al igual que existen condiciones para solicitar y tener derecho al cobro del Ingreso Mínimo Vital, también se han de respetar una serie de normas para que esta prestación no sea suprimida desde las administraciones. Por tanto, mantener la documentación en vigor e informar de cualquier cambio o modificación de la situación de la persona beneficiaria serán elementos indispensables para el cobro del IMV.
- Falta de declaración de la renta: si no presenta este documento anual, la prestación será suspendida automáticamente.
- Superación del umbral de ingresos: si los ingresos superan el límite establecido, perderá el derecho a recibir la ayuda.
- Cambios no comunicados en el hogar: alteraciones en la unidad de convivencia, como la incorporación o salida de miembros, deben ser notificadas para evitar sanciones.
- Traslado al extranjero no autorizado: viajes al extranjero superiores a 90 días sin justificar o comunicar previamente supondrán la pérdida del beneficio.
- Incumplimiento de las condiciones laborales: la compatibilidad del IMV con ingresos de trabajo o actividad económica requiere el cumplimiento de ciertas normas. No respetarlas puede derivar en la suspensión.
- Falta de actualización de documentos: no renovar certificados emitidos por servicios sociales o mediadores puede llevar a la retirada temporal o definitiva de la ayuda.