El sistema de pensiones de la Seguridad Social se encuentra en peligro de extinción. La extensa esperanza de vida que se ha instalado en España, sumada a la escasa o baja tasa de natalidad, motivada por los altos costes de la vida, han derivado en un endurecimiento de los requisitos para acceder a la pensión de jubilación. De hecho, las instituciones ya premian a aquellos trabajadores que exprimen al máximo su actividad laboral y esquivan la retirada anticipada y voluntaria la jubilación.
En este sentido, la generación del ‘baby boom’ es la gran culpable de poner en riesgo el sistema de pensiones debido a la jubilación masiva que se prevé en los próximos años. De hecho, las personas nacidas en los años 60 entrarán en edad de jubilación y esto supone todo un reto para el Gobierno y la famosa «hucha de las pensiones«. Por ello, precisamente, a medida que corran los años, el futuro de las prestaciones en España se adentra cada vez más en un futuro incierto.
El futuro de la «hucha de las pensiones»
Los datos no engañan. Y revelan que el envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad, sumando a las previsiones y proyecciones oficiales, ponen de manifiesto la preocupación sobre la insostenibilidad de la conocida «hucha de las pensiones». En este sentido, el Informe de Envejecimiento 2024 elaborado por la Comisión Europea deja un dato alarmante: el gasto en pensiones podría alcanzar el 17,3% del PIB en el año 2050. Esto supone un aumento significativo desde el 14,6% que se estima para el periodo 2022-2050.
Por tanto, se puede deducir que la denominada «hucha de las pensiones» ha sufrido un drástico descenso en los últimos años. Si en 2011, el Fondo de Reserva de las pensiones acumulaba 66.815 millones de euros, en 2014, este valor ha bajado hasta los 9.377 millones de euros, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La notable bajada de la natalidad, motivada por los altos precios de los productos de la compra y las dificultades para ser formar una familia, además de la longevidad en la esperanza de la vida en España han puesto en jaque la vialidad del sistema de la Seguridad Social y, por tanto, la cuantía de la «hucha de las pensiones». Por ello es importante recordar que son los trabajadores en activo quienes financian las pensiones de los jubilados en España.
Alivio en el sistema de pensiones
El retraso en la edad de jubilación es una de las medidas más evidentes para aliviar las tensiones financieras del sistema de pensiones. Pero no es la única. Los expertos coinciden en que esta acción, por sí sola, puede no ser suficiente. La Comisión Europea ha emitido varias recomendaciones para mitigar el impacto de la jubilación masiva de los baby boomers, muchas de ellas centradas en aumentar la participación de la fuerza laboral.
Por ello, se han establecido una serie de medidas que pretenden aliviar el sistema de pensiones, así como el impacto directo en las cuentas públicas. Entre ellas, se encuentran la siguientes:
- Aumentar la participación laboral: se trabaja para incorporar más mujeres, jóvenes, ancianos, personas desfavorecidas e inmigrantes al mercado de trabajo. Para lograrlo, se recomienda mejorar el acceso a servicios de guardería, aumentar los niveles de cualificación y facilitar el acceso a la formación.
- Mejorar la productividad: se pretende promover la innovación, la digitalización y mejorar el entorno empresarial son herramientas esenciales para mantener un crecimiento económico que pueda soportar el aumento del gasto en pensiones.
- Limitar la jubilación anticipada: es recomendable reducir las salidas tempranas del mercado laboral y aumentar la tasa de empleo de los trabajadores de mayor edad. Además, se plantea la posibilidad de vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida.