Contrario a lo que muchos creen, tener una discapacidad no garantiza automáticamente el acceso a una pensión. Existen criterios específicos relacionados con el grado de discapacidad que determinan la elegibilidad.
Para acceder a una pensión por discapacidad, es esencial cumplir con ciertos requisitos. Por ejemplo, la jubilación anticipada por discapacidad está disponible para aquellos con un grado de discapacidad igual o superior al 45%.
Sin embargo, las personas con un 33% de discapacidad no tienen derecho a una pensión por este motivo. Para ser elegible, se requiere un grado de discapacidad igual o superior al 65%.
Pensión no contributiva por invalidez
Aquellos que cumplen con el requisito del 65% de discapacidad pueden acceder a la pensión no contributiva por invalidez, gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). Esta prestación asegura una compensación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios.
Condiciones adicionales
Además del grado de discapacidad, hay otros criterios a considerar:
- Edad entre 18 y 65 años.
- Residencia en territorio español durante al menos cinco años, con dos de ellos consecutivos y anteriores a la solicitud.
- Ingresos anuales inferiores a 6.784,54 euros para 2023, aunque este límite puede variar según la unidad de convivencia.
Detalles sobre la cuantía de la pensión
En 2023, las pensiones no contributivas aumentaron un 15%, fijando la cantidad anual en 6.784,54 euros. Esta suma se distribuye en 14 pagos, con 12 mensualidades y dos pagas extraordinarias al año. Sin embargo, la cantidad puede variar según la situación individual, pero nunca será inferior al 25% del monto establecido. También existe la opción de un complemento del 50%, elevando el total anual a 10.176,81 euros.