Muchos padres con hijos pequeños desean apartar una cuantía económica a nombre de los más pequeños de la casa, para que tengan un importe mientras crecen. Así, en la actualidad existen diferentes tarjetas y cuentas bancarias interesantes para los más pequeños.
Habitualmente, el dinero aportado en estas cuentas bancarias a nombre de los hijos se utiliza para pagar estudios universitarios o para el carnet de conducir, entre otras cosas. Digamos que funciona a modo de ahorro para que los hijos cuenten con un capital cuando crezcan para utilizar en gastos importantes.
Cuentas bancarias para menores
En el caso de los menores de edad existen principalmente dos tipos de cuentas bancarias interesantes, además de diferentes tarjetas. Entre ellas, destacan la cuenta corriente y la cuenta de ahorro:
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- Cuenta de ahorro infantil: Consiste, principalmente, en depositar una cuantía económica para generar una remuneración por ella. No obstante, en la actualidad, dicha remuneración es insignificante o nula. Se puede retirar la cuantía económica en cualquier momento y no tiene tarjetas asociadas.
- Cuenta corriente para niños: Se trata de cuentas corrientes plenamente operativas. Es decir, es posible realizar pagos, transferencias e incluso disponer de una tarjeta de débito a partir de los 14 años.
Así, estas son las dos alternativas más interesantes a la hora de abrir una cuenta bancaria para niños en España en 2022. Son los dos principales productos que ofrecen las entidades bancarias.
Desde la OCU explican que estas cuentas bancarias para menores suelen ser gratuitas, por lo que no implica el pago de comisiones. Además, tampoco es habitual que se exija un requisito específico para realizar su contratación. Todo ello, mientras se mantiene la minoría de edad.
Una vez que se alcanza la mayoría de edad, estas cuentas bancarias suelen transformarse en cuentas para jóvenes, sin necesidad de autorización paterna,
Tarjetas bancarias para niños
Normalmente, a partir de los 14 años, los menores ya pueden disponer de una tarjeta de débito vinculada a la cuenta corriente. Sin embargo, también es necesario destacar una alternativa: Tarjeta prepago.
Con esta tarjeta prepago, los niños pueden comenzar a administrar y gestionar su dinero, con cierta supervisión por parte de los adultos. El techo de este tipo de tarjeta será el saldo que se haya recargado previamente.
Con esta alternativa, los menores podrán realizar pagos o sacar dinero del cajero, siempre con los límites que se le establezcan en la tarjeta prepago. Además, el adulto tiene la posibilidad de hacer recargos de manera instantánea a través de la ‘App móvil’.
Como conclusión, los profesionales de la OCU señalan que «ls nuevas tecnologías y la aparición de nuevas entidades competidoras, bautizadas como «neobancos», han hecho que el uso de este tipo de tarjetas prepago se vaya extendiendo».
De esta forma, los saldos se mantienen en una cuenta que se gestiona de forma online o a través de una ‘App’. Además, cada vez es más frecuente que estas cuentas presenten un número IBAN vinculado. Todo ello, mejora y facilita su gestión tanto para el adulto como para los menores.