Obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente en España suele ser complicado en la mayoría de casos. Por norma general, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) es un organismo exigente a la hora de reconocer una incapacidad permanente a un trabajador.
En caso de denegación de solicitud de incapacidad permanente, un trabajador tiene la posibilidad de llevar su caso a la vía judicial, previa demanda contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Motivos por los que el INSS deniega una incapacidad permanente
Según informan los profesionales de ‘Fidelitis’, expertos en incapacidad laboral, estos son los motivos habituales por los que la Seguridad Social suele denegar el reconocimiento de una incapacidad permanente en España:
- No cumplir con los requisitos generales.
- No acreditar la gravedad de la enfermedad o lesión.
- No demostrar que existe realmente una incapacidad para trabajar.
- Falta de pruebas médicas que acrediten la incapacidad en el ámbito laboral.
- Errores en la valoración médica.
- No cumplir el tratamiento médico.
- Fraude.
Durante esta publicación vamos a explicar con detenimiento cada una de estas causas por las que el INSS suele denegar las solicitudes de incapacidad permanente en España. Los profesionales del Tribunal Médico pueden utilizar cualquier resquicio para justificar la no concesión de la incapacidad permanente.
En primer lugar, encontramos el incumplimiento de requisitos generales. Por ejemplo, que el trabajador haya cumplido la edad de jubilación ordinaria o no haber recibido el correspondiente alta de la prestación por incapacidad temporal.
Otro aspecto clave es no acreditar la gravedad de la enfermedad o lesión. Es decir, la enfermedad o lesión debe quedar acreditada a través de un informe médico y el correspondiente dictamen del Tribunal Médico del INSS.
Causas por las que se deniega una incapacidad permanente
En el tercer punto nos centramos en la importancia de acreditar que el ciudadano presenta incapacidad para trabajar. Puede ser que el INSS considere que el trabajador sigue con capacidad para trabajar, a pesar de demostrar que padece una determinada lesión o enfermedad.
Vinculado al apartado anterior, la falta de pruebas médicas es otra de las causas habituales por las que el Instituto Nacional de la Seguridad Social puede denegar una solicitud de incapacidad permanente.
De este modo, resulta imprescindible que la persona solicitante aporte toda la documentación médica posible para respaldar su solicitud. Así, es importante entregar pruebas diagnósticas, informes médicos y partes de baja.
Si el trabajador no cumple con el tratamiento médico prescrito, el INSS puede utilizar este hecho para denegar la incapacidad permanente. Es decir, desde la Seguridad Social pueden considerar que el trabajador no ha realizado todos los pasos oportunos para recuperarse de su situación.
Finalmente, la Seguridad Social suele denegar una incapacidad permanente en caso de detectar cualquier tipo de fraude en la solicitud o en los documentos aportados. «El fraude puede implicar la falsificación de informes médicos, la simulación de una enfermedad o la realización de actividades incompatibles con la incapacidad», tal y como advierten desde ‘Fidelitis’.
Del mismo modo, otra causa por la que se puede denegar una incapacidad permanente es por un error de valoración por parte de los profesionales del Tribunal Médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Así, antes de acudir a la vía judicial, es importante contar con el asesoramiento de un abogado especialista, para que pueda analizar las posibilidades de éxito para obtener una incapacidad permanente.