Las plazas de aparcamiento reservadas para quienes padecen algún tipo de discapacidad, agregada a una movilidad reducida, son una de las principales vías de escape que tienen estos colectivos a la hora de poder moverse. Debido a la complejidad de usar el transporte público y vehículos que no estén adaptados, las instituciones deben trabajar para inclusión y la accesibilidad de estas personas, así como para lograr la igualdad de derechos. Y una de estas condiciones es otorgar sitios destinados para el estacionamiento de vehículos.
Sin embargo, esta normativa no se respeta por igual en muchos lugares. De hecho, en España hay una ciudad en la que las infracciones por aparcar en plazas destinadas a personas con movilidad reducida se repiten con frecuencia. Concretamente, según datos oficiales, en A Coruña se establece una sanción por este motivo cuatro veces al día, logrando «un récord» respecto al resto de ciudades del país.
Cuatro sanciones al día
A Coruña ha puesto el foco en las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida debido a la alta tasa de infracciones que se cometen respecto a esta normativa. Según datos oficiales de los cuerpos de seguridad municipales, el año pasado, la policía puso cuatro denuncias al día por este tipo de infracciones. Por tanto, ante esta compleja tesitura, los usuarios de estas plazas piden más sensibilidad y empatía con las personas con discapacidad.
«Yo ahora querría aparcar aquí, pero está él parado, no hay nadie en el coche y no tiene tarjeta”. Es la queja que emiten las personas usuarias de plazas para vehículos de movilidad reducida, pero que, en muchas ocasiones, es en vano. Este problema es al que se enfrentan muchos ciudadanos, aquejados de una discapacidad, y que no pueden disfrutar de uno de sus derechos fundamentales por la indisciplina y comportamiento incívico de algunos colectivos.
Se trata, por tanto, de vehículos que ocupan plazas reservadas para personas con movilidad reducida pero que lo hacen sin contar con la acreditación pertinente, por lo que se tilda como «infracción». Y es un problema que afecta a los verdaderos usuarios: «en el sitio de trabajo, al lado de la asociación, en el lugar donde entreno siempre me encuentro este tipo de situaciones». No obstante, «la mayoría de la gente se disculpa y lo quita y dicen eran solo cinco minutos, pero hay alguno que se pone farruco que no lo quiere mover y que tiene más que decir”.
Aparcar en plazas de PMR sin tarjeta
Ante esta realidad, A Coruña ha desarrollado una tecnología para poner freno a los incívicos. Según informan desde la concejalía de Bienestar Social, Participación e Igualdad del Concello de A Coruña, “esta aplicación lo que nos permite es saber qué plazas están disponibles, nos guiaría a esa plaza y podríamos denunciar o marcar una incidencia en el caso de que estuviera ocupada de forma indebida”. Por su parte, la Policía Local ha intensificado los controles alcanzando un récord de multas. El año pasado se pusieron casi 1.500 denuncias por aparcar en plazas para personas con movilidad reducida, el doble que en 2023.
De este modo, «a mayoría de las denuncias son por conductores que utilizan las plazas sin la tarjeta”, explican desde la Unidad de Tráfico de la Policía Local de A Coruña, “pero también nos encontramos con personas que hacen fotocopias y que se las dejan a familiares o conocidos o también cuando ha fallecido la persona con diversidad funcional siguen haciendo uso de las mismas”
Finalmente, desde la Policía Local recuerdan que “lo que buscamos siempre es concienciar. Todos conocemos a personas en nuestro entorno que tienen diversidad funcional y tenemos que meternos en su piel”. Las autoridades buscan poner fin a esta compleja realidad que afecta a usuarios y personas con derecho a estacionar en estas plazas.