Conseguir el reconocimiento de una incapacidad permanente puede resultar complejo para muchos ciudadanos. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) es un organismo exigente a la hora de conceder una pensión de estas características.
Además, también existen algunos errores habituales que cometen los solicitantes y que provocan que el INSS deniegue la solicitud de la incapacidad permanente. Si bien, estos fallos pueden llegar a ser subsanables.
Fallos que evitan la incapacidad permanente
La solicitud de incapacidad permanente se debe solicitar inicialmente por la vía administrativa, a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Posteriormente, como última instancia, el solicitante puede llevar el caso a la vía judicial, previa demanda contra el INSS.
Muchos ciudadanos cometen el error de realizar la solicitud por vía administrativa sin contar con el asesoramiento de abogados expertos en la materia. Sin embargo, posteriormente recurren a ellos para luchar por el reconocimiento de la incapacidad permanente a través de la vía judicial.
Así, es habitual que se cometan ciertos errores durante el proceso de solicitud de incapacidad permanente por la vía administrativa. Se trata de fallos que pueden ser determinantes para que el Instituto Nacional de la Seguridad Social deniegue la solicitud de incapacidad.
Por todo ello, los expertos de ‘Fidelitis’ informan de algunos de los errores más comunes que provocan que te denieguen tu incapacidad permanente. Si bien, son errores que pueden llegarse a evitar con conocimiento previo.
Al respecto, desde ‘Fidelitis’ argumentan que «uno de los principales fallos es que no exista una evidencia médica suficiente. Esto puede pasar porque los informes no reflejen fielmente las secuelas y limitaciones que tenga el trabajador o porque realmente le faltan por realizar diferentes pruebas médicas que pueden ser determinantes».
Antes de solicitar la incapacidad permanente, resulta fundamental contar con todas las pruebas médicas necesarias. Cuanta mayor evidencia médica, mayor será la posibilidad de que el INSS acceda al reconocimiento de la pensión de incapacidad.
Más errores comunes en la solicitud de incapacidad
Otro error habitual por el que no se concede una incapacidad permanente es que el trabajador no tenga cumplidas las cotizaciones suficientes exigidas por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Si la incapacidad permanente deriva de accidente de trabajo, accidente no laboral, enfermedad común o enfermedad profesional, la Seguridad Social no exige ningún tipo de requisito de cotización para tener derecho a la pensión.
En caso de derivar de enfermedad común, sí que es obligatorio el cumplimiento de ciertos requisitos de cotización. El requisito de cotización varía en función del grado de incapacidad.
También es posible que el INSS te deniegue la solicitud de incapacidad permanente por haber cometido errores en la documentación presentada junto al formulario de solicitud. No obstante, este fallo se puede subsanar y acabar obteniendo el derecho a cobrar la pensión de incapacidad.
Finalmente, los profesionales de ‘Fidelitis’ argumentan que «otro fallo consiste en que no se haya demostrado la imposibilidad de trabajar, bien porque hemos cometido errores en el Tribunal Médico con respuestas inadecuadas o porque existe posibilidad de rehabilitación».
Para lograr el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente, resulta imprescindible demostrar que el trabajador presenta limitaciones o imposibilidad para desarrollar su profesión habitual o cualquier tipo de actividad laboral.