La pensión de jubilación es la prestación económica que le corresponde a un trabajador cuando finaliza su vida laboral. Es decir, es el fruto por haber desarrollado una o varias actividades profesionales durante su vida y haber cotizado a la Seguridad Social. Por tanto, el importe depende tanto de los años que haya contribuido como de la actividad y salario que percibiera en esos años. Pero, ¿Qué ocurre en el caso de los autónomos? Es similar el caso al de una persona que trabajaba por cuenta ajena?
Para empezar, las edades establecidas son las mismas tanto para un autónomo, como para un trabajador del régimen general de la Seguridad Social. También se rige del mismo modo en cuanto a los requisitos para calcular la pensión que le corresponde. Es decir, en ambos casos se tienen en cuenta los años cotizados y las bases reguladoras. Sin embargo, hay diferencias. Por ejemplo, para los autónomos no hay integración de lagunas. Además, el requisito de un autónomo para acceder a una pensión, es tener al menos 15 años cotizados en este régimen.
Similitudes entre autónomos y trabajadores por cuenta ajena
La pensión de jubilación de un trabajador autónomo se regirá en principio, por los mismos factores que la del trabajador por cuenta ajena. Es decir, según los años cotizados y las bases de cotización. Cabe señalar, que tras la modificación llevada a cabo el pasado año en el sistema de cotización para los autónomos, las bases de cotización son ahora más ajustadas a los ingresos reales que perciben.
Este nuevo sistema determina que actualmente, las cotizaciones de los autónomos se calculan en función de sus rendimientos netos anuales, y que a su vez, estos se obtienen de todas las actividades económicas, empresariales o profesionales del trabajador. En base a esta forma de operar, hay establecido una tabla reducida de cotizaciones para los autónomos, que a su vez, están divididas en tramos consecutivos de importes de rendimientos netos mensuales.
Pero, ¿Cómo funcionan? Es el propio trabajador autónomo el que en base a la previsión de rendimientos que tendrá el año, elija entre la base de cotización máxima y la mínima mensual. No obstante, si hubiese algún cambio en los rendimientos netos, el trabajador tiene la opción cada dos meses de cambiar esta base de cotización, pudiendo modificar en total, seis veces esta base al año. Esta posibilidad es interesante para que el autónomo puedas ajustar este dato los meses con menos rendimientos.
Pensión de jubilación máxima para un autónomo
Para conocer cuál es el importe de la pensión de jubilación que le corresponde a un trabajador autónomo, hay que calcular el porcentaje general correspondiente en función de los años cotizados, a la base reguladora. Para llegar a este dato, es decir, la base reguladora, hay que dividir por 350 las bases de cotización del solicitante de los 300 meses inmediatamente anteriores (25 años) en el mes previo a jubilarse.
Con este dato, lo siguiente es conocer el porcentaje de pensión de jubilación a la que se tiene derecho en función de los años que el trabajador haya cotizado. Cabe recordar, que el mínimo para acceder a esta pensión es de 15 años y a partir de ahí, el porcentaje se irá incrementando. En este sentido, podemos determinar que:
- Los primeros 49 meses se añade el 0,21% por cada mes cotizado.
- Los 209 meses siguientes se suma el 0,19% por cada mes cotizado.
Pero, ¿Y si aspiro a cobrar el 100 por cien de la pensión? En este caso, debemos consultar lo establecido en cuanto a edad y tiempo de cotización según el año en el que nos queramos retirar. En este sentido, en este 2024, para retirarse a los 65 años con el 100 por cien de la pensión, debes haber cotizado durante al menos 38 años. Por el contrario, debes tener cumplidos los 66 años y seis meses.