De forma natural una persona pierde al día unos 100 cabellos aproximadamente. Esta caída del cabello forma parte del proceso fisiológico del cuerpo humano, sin embargo existen factores que propician que el pelo caiga con mayor celeridad.
Por ejemplo, en determinadas épocas del año como otoño o invierno, algunas personas padecen lo que se conoce como efluvio telógeno estacional. Como su mismo nombre indica, este fenómeno no es más que un incremento de la caída del cabello debido a las condiciones generadas por diferentes estaciones del año. Durante el efluvio telógeno estacional una persona podría perder hasta 300 cabellos al día.
Enfermedades causante de la caída del cabello
La caída del cabello puede venir abocada debido a múltiples factores, como la edad, la genética, la alimentación o un mal cuidado del cuero cabelludo. No obstante debemos saber que existen enfermedades que directamente son causante de la pérdida del cabello, como pueden ser la tiña, alopecia areata, lupus, diabetes de tipo 1 y 2 o anemia ferropénica.
Tiña
Uno de los principales síntomas de la tiña es la pérdida del cabello. En algunas ocasiones se produce la descamación del cuero cabelludo y provoca cambios en la coloración del mismo. Además, es una afección que puede generar pequeñas calvas alrededor del cabello, caracterizadas por un intenso picor. Ante esta patología, el pelo también puede volverse más débil, lo que provoca un fácil desprendimiento
Estamos ante una enfermedad extremadamente contagiosa y que además produce una gran inflamación en el cuerpo, por lo que lo más adecuado es acudir con urgencia a un especialista médico.
Lupus
El lupus es una enfermedad que afecta a muchos órganos y sistemas del cuerpo. Entre sus síntomas destaca la caída del cabello; además de provocar dolor de cabeza, fatiga, anemia, dolor en las articulaciones y coagulación sanguínea. Es un tipo de patología autoinmune.
Alopecia areata
Esta es una enfermedad particular. Su carácter autoinmune provoca que las propias defensas del organismo ataquen a los folículos capilares. Así, cuando los glóbulos rojos arremeten contra el cabello interrumpen su desarrollo y acrecientan el riesgo de caída.
Este patología afecta, especialmente, a niños y jóvenes. Es una afección que se detecta fácilmente en la cabeza, donde aparecen parches calvos. Además, también puede provocar la caída del vello facial, de las cejas y pestañas.
Anemia ferropénica y su influencia en la caída del cabello
La caída del cabello es uno de los indicativos más significativos sobre la posibilidad de padecer anemia ferropénica. En caso, de perder pelo a causa de esta enfermedad tenemos buenas noticias; porque un tratamiento basado en la ingesta de hierro provocará que el cabello vuelva a brotar con normalidad.
La anemia ferropénica es un tipo de anemia originada por déficit de hierro, produciendo una disminución en la producción de glóbulos rojos. También son causas de esta anemia la pérdida de sangre o el embarazo.
Diabetes mellitus 1 y 2
El exceso de azúcar en sangre en interacción con los glóbulos rojos generan un compuesto denominado hemoglobina glucosilada. Este compuesto, del mismo modo, ocasiona una alteración en los propios glóbulos rojos y se vuelven más rígido de lo normal, atascándose entre las paredes de los vasos sanguíneos.
Cuando este proceso tiene lugar en los capilares que administran sangre a los folículos pilosos, pueden verse debilitados. Por ello, en la mayoría de ocasiones deriva en la pérdida acentuada del cabello e incluso alopecia.
Además, la presencia elevada de azúcar en la sangre provoca que la persona se encuentra más expuesta ante infecciones bacterianas y virus externos. Este hecho también ocasiona el debilitamiento del cuero cabelludo y la destrucción de los folículos pilosos.