Existen diferentes enfermedades por las que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puede reconocer una incapacidad permanente. En esta ocasión, vamos a centrarnos en el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP).
Los profesionales de ‘Fidelitis’ señalan que «el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es un trastorno mental grave caracterizado por un patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y una notable impulsividad».
Incapacidad permanente por TLP
Tener reconocida una incapacidad permanente implica que un trabajador presenta una lesión o enfermedad que le ha provocado una reducción o anulación completa de su capacidad laboral. Por tanto, no es una situación agradable para ningún ciudadano.
Por ello, desde la Seguridad Social intentan paliar la pérdida de ingresos que genera esta situación. En este sentido, los ciudadanos pueden optar a una pensión contributiva de incapacidad permanente.
Recientemente, el Gobierno de España ha aprobado una nueva normativa para mejorar la relación de las personas con discapacidad y personas con incapacidad permanente con el empleo. En concreto, se ha eliminado el despido automático tras el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente.
Con todo ello, es necesario aclarar que sí es posible el reconocimiento de una incapacidad permanente por Trastorno Límite de la Personalidad (TLP). Esta enfermedad mental puede provocar en la persona dificultades para regular sus emociones. Además, puede generar episodios de ira, depresión y ansiedad, que puede durar desde unas pocas horas hasta varios días.
En más de una ocasión hemos explicado que no existe un listado de enfermedades que dan acceso a una incapacidad permanente, aunque sí que existen patologías susceptibles del reconocimiento de una pensión de este tipo. El Trastorno Límite de la Personalidad es una de ellas.
Influencia del TLP en el trabajo
Según los datos ofrecidos por los profesionales de ‘Fidelitis’, entre 600.000 y 1.500.00 personas en España podrían tener Trastorno Límite de la Personalidad. Para obtener una incapacidad permanente por este trastorno mental, es necesario que se demuestre una influencia directa en el trabajo.
Algunos de los síntomas que aparecen en las personas con TLP son la impulsividad, baja autoestima, inestabilidad emocional o dificultades en las relaciones interpersonales. También encontramos otros síntomas como depresión o ansiedad. Toda esta sintomatología puede influir en la persona para desarrollar un trabajo de manera estable.
Los efectos en la actividad laboral también podrían variar en función de otros factores, como el historial de desempleo, ausencias laborales, gravedad de los síntomas o la falta de apoyo familiar y social.
En definitiva, los expertos de ‘Fidelitis’ confirman que «en España, el Trastorno Límite de la Personalidad puede ser considerado una enfermedad mental crónica que puede dar lugar al reconocimiento de una incapacidad permanente».
Para obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente, será necesaria una evaluación por parte de un equipo médico y psicológico. A partir de ahí, se debe valorar la gravedad de los síntomas, la influencia en la vida laboral y la capacidad del trabajador para responder al tratamiento, entre otros elementos básicos.
Cada caso debe analizarse de manera particular, ya que muchas personas con Trastorno Límite de la Personalidad pueden desarrollar una actividad laboral contando con el apoyo oportuno. Por tanto, el hecho de tener Trastorno Límite de la Personalidad no siempre significa que se pueda conseguir el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente.