La enfermedad hepática es una de las afecciones más comunes que afectan directamente al funcionamiento de nuestro hígado. Como bien sabes, el hígado es uno de los órganos elementales de nuestro cuerpo, ya que ayuda a eliminar las toxinas del organismo, digiriendo los alimentos y depurando todo lo que atraviese dicha zona vital para nosotros.
Este trastorno del hígado humano, también llamado hepatopatía, puede producirse debido a razones genéticas, pero también pueden causarlo otros problemas que atañan al propio hígado.
Tales como virus, el consumo excesivo de alcohol o la obesidad, que es el trastorno alimenticio en el que las personas pesan muy por encima de lo saludablemente indicado.
Para quien no lo sepa, y según fija Mayo Clinic, el tiempo hace que las afecciones que inciden sobre el hígado produzcan cirrosis, causando insuficiencia hepática y problemas mayores.
Síntomas de la enfermedad hepática
Esta enfermedad que afecta directamente al hígado no es tan perceptible como pueda parecer. Pero muchos expertos relacionan los siguientes signos con dicha patología:
- Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
- Hinchazón y dolor abdominal
- Hinchazón en las piernas y en los tobillos
- Picazón en la piel
- Orina de color oscuro
- Color pálido de las heces
- Fatiga crónica
- Náuseas o vómitos
- Pérdida del apetito
- Tendencia a formar moretones con facilidad
¿Reúnes uno o varios síntomas de la enfermedad hepática? Entonces es hora de acudir a tu médico de confianza, sobre todo, si el dolor abdominal es muy agudo.
O mantienes un mismo síntoma durante demasiados días. Toda prevención es poca en estos casos y lo mejor es quedarse tranquilo sobre la causa para descartar la enfermedad.
Las mejores formas de prevenir la enfermedad hepática
Si por el contrario sigues creyendo que puedes tener la enfermedad, no está de más saber cuáles son los factores de riesgo que pueden aumentar tus posibilidades.
Entre las que se encuentran, como mencionábamos anteriormente, el consumo excesivo de alcohol o la obesidad. También la diabetes tipo 2, o la presencia de tatuajes y piercings.
Quienes se inyecten drogas con agujas compartidas o estén expuestos a sangre y líquidos de otras personas, así como relaciones sexuales sin protección, también entran dentro de esos factores de riesgo.
Para prevenir esta situación, debes ser capaz de beber con moderación, si es que lo haces, con un máximo de dos bebidas al día para los hombres.
Debes evitar conductas de riesgo, sobre todo en lo que concierne a las relaciones sexuales. Vacunarse contra la hepatitis es otra forma de prevenir la patología hepática.
Por otro lado, hay que ser responsable en la administración de medicamentos recetados, siempre en las dosis recomendadas y sin alcohol de por medio.
Mantén tu comida alejada de otras personas, y protege tu piel al máximo, evitando sustancias que puedan ser dañinas para tu cuerpo a cualquier nivel.