Las monedas son las nuevas joyas del S.XXI. Así lo demuestra el amplio mercado que sigue creciendo junto a esta afición que mueve millones de euros al año. Y es que lejos de ser ya un simple pasatiempos en el que se compran y buscan monedas para coleccionar, se ha convertido en todo un arte que implica a apasionados, curiosos y negociantes con diferentes fines, pero una pieza en común: Las monedas. Así pues, si no quieres perderte este gran negocio, es bueno que elijas en qué lugar posicionarte.
Bien es cierto, que quienes tienen esto como una pasión, no es el dinero lo que les mueve. Los amantes de la numismática buscan cada pieza, la estudian e investigan con detenimiento, las conservan y en algunos casos, incluso las exponen. Sin embargo, fuera de esta afición, también hay personas que se han especializado en la materia para que, al igual que ocurre con otros objetos de valor, comprar y vender material de tal forma, que se lucren de este negocio. Sin embargo, puede haber una tercera vía, esta es la de quienes sin saberlo, puedan probar suerte con piezas que tengan en casa.
La suerte de esta pareja con monedas por valor de 40.000 euros
Lo que le ha ocurrido a esta pareja inglesa encontrando monedas que cuestan una fortuna, podría ser el caso de cualquiera de nosotros. Pues fuera de esas dos figuras principales que hemos comentado: Amantes de la numismática y negociantes, hay una tercera vía para aficionados que prueben suerte con piezas que tengan en casa. Eso sí, no todos podremos contar con la lotería que les ha caído a esta pareja inglesa sin esperarlo. Y es que gracias a una obra, han destapado una fortuna.
Robert y Betty Fooks estaban renovando su cocina en Dorset cuando dieron con un auténtico tesoro. Y es que mientras estaban quitando el hormigón de su cocina para dar más altura a la casa de campo, destaparon bajo el suelo una vasija de cerámica vidriada llena de monedas de hace 400 años. Un pedazo de la historia que ahora puede hacerles rico.
Quizás a algunos no les extrañe este hallazgo, pues tal y como ha relatado en ‘The Guardian’ Betty, que trabaja como visitadora en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y comparte la propiedad de la vivienda con su esposo, se trata de una casa con más de 400 años de antigüedad que por razones precisamente de esta longevidad, necesitaba una renovación completa. «Fuimos quitando todos los suelos y techos para dejar las paredes originales de piedra. Decidimos rebajar la planta baja para ganar altura», ha relatado para explicar como dieron con el hallazgo.
El tesoro más inesperado
¿Quién no ha soñado desde pequeño con encontrar un cofre lleno de monedas? Desde niños se juega con la fantasía de tras una exhaustiva búsqueda en el parque, el colegio o el patio de casa, descubrir un gran tesoro que llevara ahí durante años. Del mismo modo, muchas películas de ficción giran en torno a esta fantasía que en la edad adulta no es más, que un sueño por hacerse rico de repente. Sin embargo, no es algo habitual contar con estos tipos de hallazgos.
Es lo que debieron pensar esta pareja británica al encontrar el cuenco con monedas. Pues a pesar de estar renovando una casa con más de 400 años, seguro que entre sus pensamientos no estaba el de encontrar un tesoro real de este tipo. Y es que se calcula que el cuenco enterrado es de 1642. En él, se han encontrado e torno a mil monedas entre las que se han reconocido las de oro de Jacobo I y Carlos I, así como coronas de plata, chelines y seis peniques. También incluía chelines y seis peniques de plata de Isabel I, Felipe y María.
Tras este descubrimiento, esta pareja de ingleses se puso en contacto con las autoridades locales, que se encargaron de llevar a cabo todos los trámites para el envío de estas monedas al Museo Británico para su limpieza e identificación. Este tesoro que se ha bautizado como ‘Poorton’, que es como se llama la granja en la que se encontraron, se ha subastado este año en la casa de subastas Duke, por un valor en torno a las 35.000 libras.