La decima temporada de MasterChef ha dado su pistoletazo de salida. El programa de Televisión Española (TVE) que cuenta con los chef Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera vuelve a colarse en los hogares españoles. Una temporada muy especial porque, tal y como explicaba la directora ejecutiva de la productora de Shine Iberia, Macarena Rey, porque el viaje comenzó en 2013.
Hoy vamos a hablar del caso de uno de los nuevos concursantes, David. Natural de Jaén, emocionó al jurado de MasterChef contando la historia de su vida, marcada por su adicción a las drogas. Y es que, antes de conseguir el delantal blanco, David señalaba que había tenido ciertas tendencias adictivas en el pasado.
«Hablando en plata, desde los 17 años y tengo 38 años, llegué a un punto en que tuve que replantear mi vida y decidí cambiarla», señalaba. Fue entonces cuando el jurado le pregunto por su familia, provocando que el concursante se echara a llorar en la prueba de MasterChef.
«Supongo que para ellos ha sido durísimo. Quizá más que para mi, porque yo no me quería tanto a mí mismo como ellos me quieren», matizaba.
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«A mis padres les he dado muchos disgustos con el tema de las drogas y por haber trabajado durante un breve periodo de tiempo en el cine para adultos. No fue una noticia muy grata para ellos», asegurada David en MasterChef.
Su padre tiene un cáncer que no es operable
Pepe Rodríguez le volvió a preguntar por su padres, a lo que David señaló que tiene una deuda pendiente con ambos. Pero, sobre todo, con su padre, que «tiene un cáncer que no es operable».