La música es ese agradable sonido (dependiendo qué tipo de música y para quien, claro está) que está presente en casi cada momento de nuestro día a día. Es difícil imaginarse un mundo en el que no existiese la música. ¿Has visto alguna vez un gimnasio, discoteca, sala de baile o incluso una tienda de ropa sin ella?
Pues bien, y si te dijésemos que la música y, en mayor medida, el canto, puede aportar mejorarías cerebrales y del habla a niños con discapacidad auditiva, ¿nos creerías? Esto es lo que han demostrado un equipo de investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia), cuyo trabajo ha sido publicado en la revista ‘Hearing Research’.
La música facilita «la vida de los niños»
Según han informado los expertos dedicados a la investigación «estas habilidades facilitan la vida de los niños. Escuchar el habla, por ejemplo, en entornos ruidosos se vuelve menos estresante, mientras que comunicarse con otros y absorber información en la escuela y la vida cotidiana también se vuelve más fácil».
La música está presente en nuestra educación. Cuando entramos en el colegio por primera vez, lo primero que enseñan son canciones y ponen música de fondo. Y es que, la primera infancia y la educación básica beneficia a todos y protege el derecho al aprendizaje de alta calidad para los niños con trastornos del lenguaje.
Una canal para la autoexpresión
Según los expertos «el uso de métodos musicales en la enseñanza intensifica el aprendizaje y está en línea con los resultados de las últimas investigaciones sobre el cerebro”. Por ello, defienden que el uso de la música “le da a cada niño y joven una voz propia, un canal para la autoexpresión y la oportunidad de ser escuchado”.
“Sería genial si las habilidades musicales ya adquiridas antes de los estudios universitarios pudieran reconocerse en la etapa de examen de ingreso» indican.