Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, ha reclamado en el informe anual del BCE una nueva reforma que garantice la sostenibilidad a futuro del sistema de pensiones.
El gobernador asegura que, para garantizar las pensiones, se necesitan medidas adicionales tanto sobre los ingresos como sobre los gastos.
Sobre todo cuando las últimas medidas adoptadas en las pensiones han retrasado hasta 2023 la aplicación del factor de sostenibilidad y reintroducido a la revalorización de las pensiones del IPC.
«La trascendencia de esta cuestión subraya la necesidad de construir consensos amplios, sin demoras injustificadas, acerca de estas medidas que son necesarias para que nuestro sistema de pensiones preserve la sostenibilidad intertemporal y la equidad entre las distintas generaciones», comenta Hernández de Cos.
La institución ha analizado en su informe anual los efectos del envejecimiento de la población sobre la economía española. Esto se puede resumir en una reducción del crecimiento potencial del empleo, la tasa de ahorro, el consumo, la inversión, los salarios y la recaudación fiscal y por las cotizaciones sociales.
Buscan alargar la edad final de jubilación
Ante esta tesitura, el Banco de España, busca tomar una serie de medidas que permitan alargar la edad final de jubilación.
De esta manera se quiere favorecer la permanencia en el empleo de trabajadores de mayor edad con medidas que flexibilicen sus transiciones entre puestos de trabajo y no sus transiciones hacia la inactividad.
«Una manera de satisfacer los objetivos de sostenibilidad y suficiencia es acompasar la entrada en la jubilación con el aumento de la longevidad, puesto que tal medida reduciría la tasa de dependencia que determina el gasto y permitiría que la tasa de beneficio (relación entre la pensión media y el salario medio) no disminuyera», apunta.
En 2011 se acometió en España un retraso en la edad de jubilación que se completará en 2027, cuando esta se sitúe en 67 años para trabajadores con carreras de cotización inferiores a 38’5 años.
Sin embargo, el BCE apunta que la edad efectiva de la jubilación sigue estando por debajo de los 65 años y «no muestra una tendencia de crecimiento acusada».
«Retrasar las necesarias reformas del sistema público de pensiones contribuye a que dicha distribución tenga que hacerse de manera menos equitativa y con el coste de una mayor incertidumbre, lo que perjudica las decisiones de ahorro y de oferta de trabajo de las generaciones actuales», ha terminado el gobernador del BCE.